ALFRED Y LOS SIETE RAROS

¿FINAL FELIZ?

-Francis: Sigue siendo igual de lindo ¿verdad sensato?- se acercó a depositarle las ultimas flores blancas alrededor del principe quien yacia durmiendo  una mesa de madera en el jardin de la casa.

-Ludwig: Si...- 

Tontin se acercó y puso un girasol en las manos del joven rubio.

-Feliciano: Debemos hallar un principe para que rompa el hechizo-

-Lovino: ¿Donde hallaremos un principe? ¡Maldicion!- 

-Gilbert: Soy grandioso pero no un principe...-

-Kiku: Alfred Nieves...no pude protegerle-

-Francis: No te culpes valiente, tal vez si lo beso y le doy un poco de amor pueda despertar- empezó a subirse pero fue jalado por sensato.

-Ludwig: No creo eso solucione algo, las maldiciones se rompen solo con cosas especificas como este caso, Alfred necesita un principe y ser besado por este-

Todos bajaron la cabeza sumamente tristes.

A lo lejos se escuchaba el galopar de una bestia, la cual se acercaba a toda velocidad. Valiente y sensato se pusieron en guardia protegiendo a sus demas compañeros, temiendo que fuese aquel anciano hechicero que deseara llevarse el cuerpo de Alfred.

El caballo blanco detuvo su trote. 

De aquel bello animal descendió un enorme hombre de tez blanca, quien rápidamente se bajo a ver al ser que descansaba sobre la mesa llena de flores.

Los 7 raros se quedaron mirando a ese sujeto quien a decir por sus atuendos podrian jurar que era un principe. Se miraron entre si emocionados, por fin Alfred Nieves seria besado y el hechizo se romperia.

-¡Que princesa tan fea y gorda!- exclamó el joven de ojos amatista -Quiero ser rey, pero...- hizo una mueca golpeandose la cabeza ligeramente- No la quiero...-

-Ludwig: ¿Qué?-

-Francis: Mon monsieur, usted parece un principe y el es como una princesa...-

-Lovino: ¡Solo besalo grandulon!- se escondió detrás de su hermano.

-Ustedes quieren que bese a esa cosa que esta ahi ¿no?, no sabia que para ser rey me debia de humillar de esta forma, pero no- se cruzó de brazos- No quiero...- 

Los pequeños se miraron entre si angustiados, parecia ser el unico principe cercano y este se rehusaba a besar al principe Nieves.

Amoroso se acerco serio al albino- Francis: En vista de que no quieres besar a nuestro principe ¿que te parece si me besas a mi dulzura?-

-Todos: ¡¡Amoroso!!- lo jalaron para reprenderlo pero otro ruido les hizo voltear a ver la vereda marcada del bosque.

No tardo aquello en plantarse justo frente de ellos.

De un hermoso semental negro se bajo un principe muy guapo, el cual atrapó la atención de los pequeños.

-Feliciano: Es perfecto....- mencionó al ver esos cabellos rojizos y esa intensa mirada esmeralda, era un hombre realmente guapo.

-Francis: Ah...- corrió hasta abrazarlo de su pierna-Francis: ¡has venido a salvarlo!- menciona emocionado.

-Ludwig: Disculpe a mi hermano amoroso- le tomó del cabello para quitarlo de encima del joven- ¿Usted ha venido a salvar a nuestro principe?-

El pelirrojo se aproximo al cuerpo inerte del principe rubio, sonrió y se acerco aun más.

Iván lo miro restandole importancia, o eso parecia, ya que si estaba atento a cada movimiento del otro principe.

Los 7 raros se rodearon la mesa y esperaban bastante ilusionados el despertar de su principe.