«Rᴀsᴛʀᴏ»[Vkook]❀||Adaptación||

Cᴀᴘ.01

Jungkook se encontraba haciendo sus deberes con algo de prisa, pues su progenitor ya estaba por llegar.

Está vez salía más temprano de su trabajo, ¡Y que mal por el chico!, pues se había involucrado en una pelea en el colegio y los directores llamaron a citar a su padre.

Estaba aterrado.

Y la simple razón por la que temía era porqué su padre era un golpeador. Le pegaba a su madre, y los fines de semana llegaba ebrio a su casa.

Él se salvó de castigos en algunas ocasiones, pero a causa de su salvación su madre quedaba inconsciente.

Su madre era como un ángel, y su padre peor que un demoño. Lo odiaba.

Miles de veces pensó en matarlo pero sabía que la culpa lo perseguiría por toda la vida.

Así que, no lo hizo.

El reloj marcó las 7:00 pm, y Jungkook ya sabía lo que, tal vez, pasaría.

Guardo rápido sus cosas y se alistó para una buenas golpizas. Ya estaba pensando en muchas escusas para decirle mañana a sus amigos, pensó que quizás ellos creerían que se había "Caído".

La puerta principal de la casa se abrió fuertemente y su corazón empezó a palpitar más rápido de lo normal, estaba que se le salía del cuerpo.

Pero cuando la puerta de su habitación se abrió suavemente, un gran aura que daba miedo comenzó a aparecer. A la par de que los ojos de su padre se asomaban.

Este entró cautelosamente y cerró con seguro la puerta para así poder evitar que su esposa entrará a socorrer a su hijo.

——Oh, Jungkook.. Escuché que te haz involucrado en una pelea. ¡Yo trabajo todo el día para mantenerlos y tú vienes y me pagas con una pelea y un bimestre aplazado! ¡Yo también necesito que me pagues bien! — Decía aquel hombre con una voz demandante y muy fuerte la cual causaba mucho más miedo en el menor.

—Lo siento padre. —Dijo Jungkook mientras pequeñas lágrimas empezaban a nublar su vista y desbordar por sus ojos.

El hombre mayor agarro el mentón de Jungkook haciendo que esté se retorciera del dolor por lo fuerte que era el agarre. Trataba de zafarse, pero en cada intento la presión era más fuerte.

—¡Eres un ser desperdiciable. Desde que naciste soy infeliz y ya ni cogerme a tu madre puedo! — Soltó con furia. — Pero, pensándolo bien, me cobraré contigo las cogidas que no pude con tu madre.  —Sonrió con malicia.

—Por favor, no le hagas nada al niño. —Se escuchaban las súplicas de la señora Jeon tras la puerta.

La pobre mujer estaba llorando por lo que su esposo le haría a su hijo y ella no podría hacer nada para detenerlo.

El mayor al escuchar las súplicas de su mujer sonrió ladinamente y botó a Jungkook con fuerza a la cama, dándole un gran alivio al menor pues ya no sentía tanta presión en su mandíbula.

Se encimó con fuerza sobre el menor y casi arrancándole el pantalón del pijama lo puso en cuatro agarrando sus manos contra su espalda y aplastando sus pies para que no lo patee.

JungKook solo escucho el cierre del pantalón de su padre bajarse y de reojo veía como se bajaba el boxer hasta las rodillas.

Estaba asustado.

Sintió como algo duro rozó su tierna entrada, y cuando esa cosa hizo presión sobre sí pego un grito bastante fuerte el cual todos los vecinos del barrio escucharon, pues su padre estaba profanandolo tan bruscamente, abriendo sus paredes al máximo.