Epílogo

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- ¡No me dejarás maldita sea!- grité tan alto que como consecuencia mi garganta quedó ardiendo. Sujete su cintura lo más fuerte que pude para que no se escapara.- Ya es tarde, cariño, ya es muy tarde. Si hubieras sido inteligente ya te habrías marchado en mi primer error.

- Suéltame, Seokjin- me dijo mientras trataba de quitar mis manos de sí.

- ¿Seokjin? ¿Acaso ya no soy tu amor?

- Sólo eres pura mierda.

- Tú no pensabas así- lo pegué más a mi anatomía.- El maldito idiota de Taehyung te lavó la cabeza, ¿verdad?

- No te refieras así sobre él. Lo único que Taehyung hizo, fue abrirme los ojos por más doloroso que sea- trató de separarse lo más que pudo, ya que todavía lo tenía presa entre mis brazos.- Logró hacerme entender que debería tener a una persona que me ame de verdad y me valore. Algo mejor que esto- su mirada se dirigió al piso.- Necesito y quiero a alguien mejor a mi lado. Y si no lo consigo, me quedaré en soledad, nadie murió por ello.

En ese instante la llama de mi rabia empezó a consumir cada rincón de mi cuerpo. Sentí mi orgullo herido.

- Pobre de ti, pequeño iluso, si crees que hay alguien mejor que yo.

- Cualquiera sería mejor que tú.

- ¡No hay nadie mejor que yo!- grité nuevamente. Lo lancé a la cama y me subí encima suyo mientras le sujetaba las muñecas.- Nadie es suficientemente bueno para llegar siquiera a mis talones. No existe persona que contenga el dinero, popularidad y belleza que poseo. Tampoco te darán todas las joyas y lujos que te doy.

- Déjame en paz. Sabes muy bien que nunca me importaron las cosas materiales, no soy como tú, que esas cosas si son de tu interés. Eres un soberbio de mierda, que cree que tiene el mundo a sus pies con tan solo el chasquido de sus dedos. Eres un maldito idiota.

Lo único que puedo acotar es que la ira de mi orgullo herido actuó por sí solo.

- No tiene ni la mínima idea de lo que este "maldito idiota" puede llegar a hacerte- hablé. Luego con una mano le sostuve sus muñecas, mientras que con la otra me dirigí a la parte delantera de su pantalón y a continuación mi boca fue en dirección a su dulce garganta.

La mano con la que bajé el cierre de su pantalón, fue subiendo hasta el borde de su remera, la levanté de manera lenta, hasta toparme con su torso completamente descubierto. No dude ni un segundo en tocar esa suave y deliciosa piel nívea.

Choqué mi boca con la suya y marqué cada parte de aquel cuello blanquecino.

Tuve la necesidad de ir un poco más lejos.

Saqué nuestros miembros afuera, primero el suyo y luego el mío. Y los froté.

Me fui acercando a su precioso rostro para depositar un pequeño beso en su mejilla, pero al momento de hacerlo, me encontré con su piel mojada e inundada de lágrimas.

Su pequeña cabeza se movía de un lado al otro en forma de negación. En ese momento escuché pequeños murmullos viniendo de él diciendo "no, por favor" repitiendolo una y otra vez. Cual mantra.

Sentí a mi corazón quebrarse poco a poco.

Con una de mis manos temblorosas guarde su pene y después el mío. Lo solté con la otra que lo tenía aún sujeto para luego abrazarlo y llorar en su pecho.

Su mano se apoyó en mi cabello y lo acarició suavemente.

Levanté la cabeza para obsérvalo, pero sus ojos estaban posados en un punto fijo en algún lugar de la habitación.

BEAUTY AND THE BEAST - KSJ&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora