Capitulo 3: Culpa.

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¿Será que la ausencia de ella es mi culpa?, ¿será que yo cometí el grave error de tocar sus temas personales? ¿Qué mierda estoy haciendo? En ese momento vi como su mano tomaba mi rostro y sus labios se unían con los míos. Su rostro brillaba en la inmensa soledad que me acobijaba.

Sentía, yo sentía que ella me daba esa paz, ese momento era eterno, no quería que termine más, solo quería apreciar su rostro y probar sus dulces y delicados labios para siempre.

De repente me veía en el piso, todo un desastre y todo había resultado un sueño. No recuerdo el rostro de la chica.

-¡mierda! ¡Cómo no me voy a acordar!

Tomaba mi rostro y solo trataba de pensar y acordarme y no nada pero nada funcionaba.

-¡Lucas! Se te hace tarde para el colegio- Mi madre gritaba desde la cocina.

-¡Ahí bajo ma! Tome mi mochila, desayune y me fui al colegio.

Nunca pensé que ese sueño me trastornaría tanto, no preste casi nada de atención a las clases y me cabeza no paraba de recordar y recordar, hasta que me llego a doler.

Al salir del colegio, mis compañeros se irían al pool y me invitaron, pero mis ganas no eran las suficientes. Aunque debía despejarme el ir a casa y estar recordando ese tonto sueño me haría peor, así que necesitaba una distracción y accedí.

Por suerte el pool no quedaba a más de 20 minutos, así que aproveche ese momento para escuchar música, a lo tipo random (alteratorio) sonó la canción de Coldplay, Clocks.

Sé que no era fanático de la banda, pero su ritmo era acorde a mis gustos. Me senté junto a la ventana y apreciaba el hermoso paisaje, el viento recorría mi pelo y eso me relajaba. En un momento toda mi mente se puso en blanco y solo escuchaba la canción. Y ¡pum! Frente a mis ojos quedo el rostro de Azul.

Volví a la realidad, ¿Por qué ella? ¿Por qué pensé en ella? ¿Qué carajos me está pasando? Una y otra vez me lo preguntaba.

Al llegar al pool trate de no pensar en la chica misteriosa de mi sueño y menos en Azul porque no comprendía que rayos me estaba pasando. Deje mi mochila en el sillón que daba hacia la mesa de pool, me di media vuelta y ella estaba ahí. Jugando con un grupo de sus amigos. Mi corazón comenzó a latir más y más fuerte como si me estaría por agarra un paro cardiaco, casi el 80% de mi cuerpo transpiraba y temblaba. Estaba en shock.

Ella en cambio mostraba una luz en su rostro, tenía esa naturalidad de ser ella. En solo un segundo podrías descifrar lo especial que era. Mi mente comenzó a pensar y a recordar, en ese momento sabía que ella era la chica desconocida de mi sueño. Era Azul.

-¡Hola! ¿Estás bien?- una mano fría y delicada toco mi hombro.

Deje de mirar a Azul y mire hacia donde estaba esa mano. Por mi mente pasaba "lo que faltaba la frutilla del postre"

-Hola- sonreí falsamente.

MAS ALLA DE TUS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora