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Marbella Vice ( Especial Final)

 Corriste tanto como dieron tus pies, tu respiración era acelerada y el sudor corría por tu frente, cruzaste las puertas que daban al hall del hospital, conforme las abriste viste a las ambulancias paradas enfrente de la puerta, la cual estaba custodiada por policías armados. Las puertas de cristal se abrieron y por ellas cruzaron tres camillas, cogiste aire mientras veías a las personas pasar y entrar en los pasillos que conducían a las salas de operaciones, pulsaste tu radio y comenzaste a mover a la gente.

- Nicole te quiero con Julio Malavida en la sala 3 pilla a una enfermera y a dos auxiliares para que te ayuden pero tu mandas, Sassa te quiero con Hugo Ramírez en la sala 2 si las heridas son tan graves como me has dicho necesitarás al especialista así que te está esperando en la sala ya junto con tres residentes, Irgen lleva a Paco Cano a la sala 1 me encargo yo, está todo listo solo falta que lo lleves para allá. Lo último, Irgen a partir de dejar al paciente te encargas de urgencias, ¿me habéis entendido?

Un sí por parte de todo tu equipo hizo que respiraras con tranquilidad por unos segundos, caminaste rápido hacia la entrada y comprobaste si alguno de los policías estaban heridos o necesitaban algo, viendo que todo estaba correcto fuiste a la sala de operaciones, te desinfectaste las manos y te colocaste los guantes. Te acercaste a la camilla y examinaste todas las heridas, mientras lo hacías pensabas como ibas a actuar y de cual herida te ibas a encargar primero, aprovechaste que le examinabas la herida del cuello para susurrarle,  cerraste los ojos un instante y se lo susurraste " ni se te ocurra morir en esta camilla por favor, te necesito aquí conmigo, no me abandones ahora te lo suplico Cano, no hoy, no te vayas hoy"

Te reincorporaste y miraste a todo tu equipo, hiciste una leve afirmación y la operación dio comienzo, mientras realizabas la cirugía mirabas de reojo tanto a Cano como a las máquinas que median sus latidos, más de una vez tuviste que usar los desfibriladores por que las pulsaciones de su corazón bajaban pero era normal la pérdida de tanta sangre juntada con la operación era los males que se esperaban. Tu radio sonó haciendo que tu segunda al mando Lexie Grey tuviera que cogerla y ponerla a tu lado para que respondieras.

- Dime Sassa

- Necesito que me mandes a alguien más a aquí, la herida que presenta mi paciente necesita de más manos

- ¿ Pero no tenías a dos especialistas?

- Tenia tu misma lo has dicho, se han ido a nada de empezar. Dijo Sassa, tu al escuchar eso resoplaste

- Vale te mando a Yang y a... Karev, pero luego recuérdame que tenga una charla con Owen y con House por que esto de irse por que le dé la gana no es así ¿ necesitas algo mas?

- Nada más

- Vale Sassa te los mando ahora mismo

Miraste a la sala buscando a alguno de tus residentes, uno que no estuviera ocupado salvando la vida de tu novio, te fijaste en De Luca, el chico estaba salvando la vida de Cano pero era de toda la sala el más rápido.

- De Luca límpiate las manos sal corriendo e informa a Cristina Yang y a Alex Karev que se dirijan a la sala de cirugía 2, allí ya los pondrán al corriente conforme lo hagas vuelve aquí,  te necesito, corre y no te entretengas con nada ni con nadie. Dijiste mirándolo fijamente a los ojos, el chico asintió e hizo todo lo que le mandaste.

Cuando la puerta del quirófano se abrió pudiste ver por el rabillo del ojos como todos los compañeros de Cano estaban allí parados esperando que la operación saliera bien, algunos solo estaban allí parados con semblante serio, otros llorando a mares ,pero todos estaban allí para apoyar a su compañero. En esos microsegundos que quitaste la mirada del cuerpo de tu paciente este empezó a convulsionar, giraste la cara para ver qué pasaba y empezasteis entre todos a revisar todas las heridas ya curadas y las aún no curadas pero que estabais en ello.

Detectasteis que la herida del cuello que pensabais que estaba totalmente curada se había abierto nuevamente y que estaba perdiendo sangre, fue allí cuando toda la tranquilidad que hasta ahora había en el quirófano desapareció, la sangre salía demasiado rápido, tan rápido que se te hacía imposible pararla, para cuando conseguiste pararla el cuerpo de Cano ya no resistía mas, no duró ni dos minutos más después de que pudieras volver a cerrar la herida, el sonido de las constantes vitales desapareciendo se te quedaron en tu oído, intentasteis darle descargas para ver si volvía a la vida pero fue en vano.

- Hora de la muerte 3:51 de la madrugada del sábado. Dijo Grey mientras Kepner apuntaba todo en el parte de la operación

Las lágrimas recorrían toda tu cara mientras veías la cara de Cano, tu respiración era rápida debido a las lágrimas y a toda la presión que habías vivido en esas tres horas de operación que no habían servido de nada. En ese momento no escuchabas nada ya que estabas mas pendiente de él que de lo que decían a tu alrededor.

- ¿ Que hacemos doctora Gómez?. Pregunto Kepner

- Necesito que alguien le limpie toda esta sangre al Inspector Cano, el que se encargue que lo deje decente antes de llevarlo a la morgue, yo me encargaré de comunicárselo a sus compañeros. Dijiste quitándote los guantes.

- Después de quitarle la sangre ¿ lo trasladamos a la morgue?

- No, hasta que sus compañeros no estén fuera de este pasillo y yo no lo mande no lo trasladen ¿entendido?

- Entendido.

Saliste de allí e informaste de la pérdida a todos sus compañeros, a día de hoy todavía no entiendes de dónde salió toda esa fuerza para decirle eso sin derrumbarte, conforme diste esa noticia los sacaste del pasillo y le dijiste que les informarías cuando él estuviera en la morgue, cosa que comprendieron todos. Después de eso entraste en el quirófano y echaste a todos de allí, quedándote sola con él, acercaste un taburete y te sentaste a su lado.

Con cuidado le acariciaste la cara mientras miles de lagrimas caían nuevamente por tus mejillas, tu vista no se apartaba de él y con la mano que te quedaba libre le cogiste su mano.

- No te tenias que ir, no todavía, no era tu hora, ahora que voy a hacer sin ti.

Allí te quedaste en el silencio de ese quirófano mirando a tu novio, con las lágrimas bañando tu rostro y tu corazón y tu alma rota por la pérdida.

- Feliz aniversario mi amor, te quiero. Dijiste dándole un beso en la frente antes de abandonar el quirófano y mandarlo a la morgue.