cinco.

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"Eres feo, Jeongin"

Abrí los ojos en un par de segundos, mis manos se
dirigieron a mis mejillas sintiendo la humedad, producto de que había estado llorando minutos antes de despertar.  No entendía por qué seguía teniendo este tipo de sueños, Hwang Hyunjin ya no me interesaba, estaba comenzando a olvidarlo...

¿Por qué me seguía atormentando?

Levanté mi espalda para sentarme a orilas de mi cama, quedándome unos minutos analizando el zapato que se encontraba en una esquina de mi habitación «al menos él no tiene problemas existenciales como yo».

El timbre de mi casa sonó y fue ahí cuando caí en cuenta de que era sábado y no tenía que ir al colegio, de todas maneras no estaba de ánimos y pensaba faltar. El día no pintaba a ser bueno, como sea.

—Jinnie, ¿cuánto tiempo? pasa querido, estás en tu casa. —La voz chillona y fuerte de mi madre se escuchó desde la planta baja. Mis ojos se abrieron como dos platillos y corrí hacia las escaleras, buscando al causante de tanto alboroto; ahí se encontraba ella toqueteando a mi ex mejor amigo.

¿Qué hacía él aquí?

¿Por qué mi mamá no podía dejar de ser tan ojo alegre?

¿Por qué Hyunjin parecia disfrutarlo?

Suspiré cansado de toda la situación y terminé de
bajar las escaleras para que notaran mi presencia y
dejaran de coquetear tan descaradamente. Sé que mi
mamá jamás haría algo como eso, pero no puedo evitar exagerar las cosas en mi cabeza.

—Ay niño, te hubieras peinado o algo, tenemos visita. —Ahí estaba mi mamá molestando con mi apariencia
como siempre, aunque la entendía; yo era un desastre.

Me encogí de hombros y ahora mis ojos chocaron con los de un divertido Hyunjin que miraba con curiosidad mi rostro y después mi pijama de vacas.

—Hola, Jeongin. Pasaba por aquí y quise saludar, hace tiempo que no venía. —Reí con todo el sarcasmo acumulado en mi pecho y me crucé de brazos para encararlo.

¿Se creia que yo era tonto?

—Claro, casualmente pasas por aquí a las ocho y media de la mañana. —Me devolvió la mirada, confundido. —¿Qué hacías? Mejorar tu condición física?

—No seas grosero, Yang. —Mi mamá aventó un zape
contra mi cabeza, llamando mi atención. —Además son las dos de la tarde, qué te crees tú?

Chillé indignado.

Al final había descubierto por qué la insistencia de Jin al venir a mi casa a esta hora

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Al final había descubierto por qué la insistencia de Jin al venir a mi casa a esta hora. Sólo quería comida gratis, y lo entendia, no era un buen cocinero y su familia había salido de viaje.

—Así que el próximo año te vas a la universidad, ¿qué
piensas hacer? —Preguntó mi madre mientras le servía más de la sopa que era para mí. Hyunjin se encogió de hombros.

I don't like your face © Hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora