008

4.4K 391 127
                                    


- Tanjiro-kun, Inosuke-kun, Zenko-chan. Bienvenidos devuelta. -Shinobu saluda a los tres cazadores quienes le devuelven el saludo.-

Entraron al lugar para dirigirse a sus habitaciones como siempre, cada uno por turno va cambiándose para ponerse la ropa cómoda de aquel lugar. Zenko es la ultima en salir e Inosuke y Tanjiro la esperan en el comedor, cuando comienza a dirigirse para allá, al doblar una esquina choca con una chica.

Bajita, tal vez mide 1,50, morena con unos ojos celestes como el cielo. Parece que salía de la enfermería, Zenko hecha un rápido vistazo a la enfermería y se da cuenta que hay personas, cazadores, Shinobu si que estaba ocupada pero aun así se toma la molestia de darle la bienvenida.

- Lamento haber chocado contigo. -la morena habla sacando a Zenko de sus pensamientos.-

- Oh, no, no. Esta bien. -mueve las manos de un lado a otro.- ¿Te lastime? -pregunta preocupada mirándola fijamente.-

- No. -contesto de manera cortante y comenzó a caminar, alejándose de una confundida Zenko.-

- Grosera. -arrugo la nariz, soltó un suspiro y volvió a caminar hacia la cocina.- Aoi!! -grito mientras se acercaba a ella y la abrazaba por la espalda.- ¡Tengo hambreee! -la pelinegra solo suspiro tratando de no golpear a la rubia.-

- Comete el dedo grande. -dio una sonrisa burlona al ver la cara ofendida de Zenko.- ¡Y quítate, deja de abrazarme! Que no seas hombre no significa que puedas hacerlo. -la rubia sonrió levemente y se aparto.- ¿Cómo van las cosas con Tanjiro?

- ¿HuH? ¿Por que la pregunta? -se puso al lado de la pelinegra, mirándola algo confundida.-

- Te vez feliz. -aclaro mientras preparaba el arroz.-

- ¿Acaso el estar feliz debe ser por Tanjiro? -vio como Aoi la miraba sin expresión alguna. Zenko se sonrojo de manera leve y desvió la vista.- N-Nos besamos...

- Se besaron. -unos segundos en silencio y la pelinegra dejo todo lo que hacia para mirar a la rubia con los ojos abiertos.- ¡¿SE BESARON?! -grito realmente sorprendida, Zenko le tapo la boca para que se callara.-

- ¡¡AY NO GRITES!! -soltó la boca de la pelinegra y miro hacia los lados verificando si habría alguien, aunque no escuchaba nada.- Cuando estuvimos en la finca para cazadores, tuvimos nuestra propia habitación...y b-bueno... -jugo con sus dedos sonrojándose al recordarlo.- S-Solo...ugg... -cubrió su rostro con sus manos avergonzada, Aoi soltó una leve risa al verla así.-

- ¿Pero son algo? ¿O solo fue el momento? -el silencio reino en la cocina, un pesado ambiente que cuando las tres niñas quisieron entrar, no lo hicieron al sentir la tensión.- ¿Zenko? -toco el hombro de la rubia, quien se quedo mirando al suelo.-

- Me olvide de pedirle matrimonio...? -susurro mientras llevaba una mano a su barbilla.-

Aoi se quedo viéndola con los ojos en blanco, pensando si de verdad aquella chica tendría cerebro o algún razonamiento lógico. Inflo su pecho con aire para luego darle un cachetazo algo suave a la rubia.

- ¡¿Y ESO POR QUE?! -grito mientras sus ojos derramaban lagrimas y llevaba una mano a su mejilla roja.-

Porque aunque la cachetada hubiera sido algo suave, la blanca piel de Zenko era fácil de marcar.

- Piensa de nuevo. -dijo mientras tomaba el cuchillo y cortaba algunas papas.- 

El lugar volvió a quedar en silencio, Zenko suspiro irritada sin saber a lo que se refería Aoi.

- No entiendo... -rasco su nuca.- ¿Había algo o tuvo que pedirme... -en ese momento algo hizo "click" en su mente, la rubia se quedo mirando a un punto en blanco mientras bajaba su mano.- No somos nada...no me pidió que fuera su novia...o algo así...

¿Eres...una mujer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora