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Siguió caminando con el felino en el piso, el cual la seguía como toda buena mascota encariñada. Escucho en tono bajo el corazón de Tanjiro, se emociono, tanto así que comenzó a correr para alcanzarlo.

- ¡Ven, ven, Yui-chan! -corría mirando hacia atrás y luego hacia adelante, no quería dejar a su gatito atrás.-

Cada vez se acercaba mas, el pelirrojo estaba caminando solo, mejor así para ella. Tanjiro pudo escuchar pasos detrás de el, lo había ignorado ya que se escuchaban lejos, pero aquellas fuertes pisadas se acercaban a el cada vez mas rápido. Algo confundido giro su vista, encontrándose a Zenko corriendo hacia el.

- ¡Zenko! -sonrió, pero estaba preocupado al verla tratando de recuperar el aire.- ¿E-Estas bien? ¿Corriste mucho? -se acerco a ella apoyando su mano en la espalda de la femenina.-

- E-Estoy...espera...fiu... -tomo una bochada de aire para luego soltarlo.- Ya estoy, como estas? ¿Y Nezuko-chan? -pregunto mientras ambos comenzaban a caminar, Yui-chan decidió salir, dejándolos solos.-

- Estoy bien y Nezuko esta durmiendo, gracias por tu preocupación. -cerro sus ojos para mostrar sus dientes en una bella sonrisa.- ¿Tu como estas? ¿Por que corrías? Si te gustaría decirme. 

- Estoy...bien, creo. -rasco su nuca algo nerviosa. La mirada roja del chico se poso en ella.- Estaba buscándote y cuando te escuche corrí hacia aquí. -dio una leve sonrisa, deteniendo su andar haciendo que Tanjiro también lo haga.-

- ¿Para que me necesitas, Zenko? -levanto una ceja, esperando pacientemente a que ella hablara.-

- Bueno...quería hacerte una pregunta... -juega con sus dedos desviando la mirada.-

Tanjiro puede percibir aquel dulce aroma a Duraznos, aunque le confunde un poco debido a todos los sentimientos que esta teniendo ahora Zenko pero el que logra distinguir muy bien es el nerviosismo que posee ahora.

- Puedes preguntarme lo que quieras, no te juzgare ya que no soy nadie para hacerlo. -tomo de sus manos, sonriéndole con una de sus mas bellas sonrisas. La rubia se sonrojo un poco.-

- Um...bueno... -sube su mirada color miel a aquellos ojos rubí, se siente tan perdida al verlos que realmente no quiere que nadie la saque de aquel maravilloso mundo.- 

Los minutos pasan y el pelirrojo duda si llamarla para que hable o no, pero al final decide hacerlo, susurrando su nombre algo confundido al verla tan perdida. Zenko pega un brinco algo desorientada tomándole solo unos segundos para volver al estado de antes, nerviosa.

- Zento, esta todo bien? ¿Paso algo malo? -pregunto algo preocupado.-

- N...No, todo esta bien. -apreto el agarre de sus manos.- Es solo que...me siento algo nerviosa...¿sabes? -una leve risa se escucho provenir de sus labios, el pelirrojo sonrió enternecido con eso.-

- Puedo verlo y olerlo. -rio al ver el puchero de la rubia, como le gustaba.- Esta bien, esta bien. Ya dime Zenko, soy todo oídos para ti. 

Sus mejillas se tornaron carmesí debido a aquella sonrisa y el suave sonido de su corazón, joder, realmente está tan enamorada? Siente como su corazón palpita fuertemente y se pregunta si el pelirrojo podría oírlo. Toma unos bocados de aire dándose ánimos y pidiendo a algún Dios la fuerza necesaria, ella es la que daría el siguiente paso o eso quiere. ¿Realmente era tan valiente para hacerlo? 

Se separa de él.

Ahora siente miedo, pero por que? Ambos se confesaron su amor, se besaron aquella vez pero la duda sigue en su corazón. Frunce los labios junto con las cejas, se maldice mentalmente por como ahora retrocede sin dejar que el chico se acerque a ella, quiere llorar, se siente triste y enojada consigo misma, lleva una de sus manos a su pecho, presionando con fuerza sintiendo sus ojos arder. Tanjiro se acerca a ella nuevamente, preocupado porque de la nada su olor se volvió algo podrido y acido, la sujeta de los hombros para tratar de verla a los ojos pero Zenko aparta la mirada, eso le frustra de alguna manera, sujeta de su barbilla para levantarle la mirada, obligándola a verle. La mirada preocupada del pelirrojo le pone mal, echándose la culpa por ser tan cobarde, Tanjiro se acerca a ella depositando un suave roce de labios, considerado "Pico" ya que ambos labios al final se tocaron solo por un corto periodo de tiempo. Zenko lo mira sorprendida para segundos después tener la cara realmente roja, el de ojos rubí ríe con ternura al deleitarse con dulzura mirando sus reacciones, ahh, realmente encantado.

¿Eres...una mujer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora