Hug Me {KookGi}

03: Helado

JungKook y DaHyun esperaban pacientemente a que el semáforo cambiara a color verde.

Más bien, JungKook esperaba pacientemente mientras DaHyun daba pequeños saltitos en su lugar.

-¿A dónde vamos pá? -Preguntó DaHyun mientras tomaba la mano de su papá para cruzar la calle.

-A realizar las compras de la semana -Le explicó con suavidad.

-¿Podemos comprarle un peluche a Suni?

-Claro. ¿Le gustó el pato de la última vez?

-Ahora lo tiene colgado en su mochila.

-Eso es muy bueno DaHyun. ¿Quieres invitarla para tu cumpleaños?

-¡Shi quielo! -Alzó sus bracitos en celebración. -Me gusta ella pa. Su cabello es muy suave.

-¿Te gusta Suni?

El pequeño asintió.

-Es muy bonita, quiero regalarle todos mis dibujos.

JungKook rió con ternura.

-¿Podemos comprar el cereal que me gusta?

-Está bien pero sólo uno.

-¿Por qué no podemos comprar más?

JungKook suspiró. ¿Cómo se supone que le explicaría a DaHyun que no podían permitirse comprar otra caja de cereal por qué eso significaría no tener dinero para la locomoción?

-Porque tienen mucha azúcar -Intentó sonar convincente.

Un puchero bailó en los labios del pequeño.

Pero DaHyun era simplemente un niño tan comprensivo, que no se quejó.

🌙

-¿Mermelada de melocotón?

-Iugh papi, no gusta -El pequeño frunció el seño exageradamente.

-¿Entonces de mora?

-Shi -Asintió el pequeño mientras comenzaba a cantar una canción inventada sobre lo mucho que le gustaban las moras.

JungKook sólo pudo reír mientras calculaba mentalmente cuanto llevaban sumado hasta el momento.

Pero sólo ese pequeño momento de distracción bastó para perder de vista a su hijo.

Y sólo ese pequeño momento de distracción bastó para que DaHyun saliera corriendo hacia algún lado.

Mientras el pelinegro mayor seguía avanzando con el carrito por los largos pasillos repletos de cosas que probablemente no podría pagar, se giró para preguntarle a su hijo que sabor de cereal quería.

Arrugó el ceño confundido, hace menos de cinco minutos DaHyun estaba ahí, a su lado. Se giró en trescientos cincuenta grados buscando con la mirada a su pequeño.

-¿DaHyun? -Preguntó con el corazón acelerado. -¡¿DaHyun?!

Comenzó a desesperarse aún más cuando al final del pasillo tampoco lo encontró y las ganas de llorar lo inundaron completamente.

-¡¿DAHYUN?! ¡¿DÓNDE ESTÁS?!

Hiperventilado comenzó a preguntarle a todas las personas que se encontraban a su alrededor si habían visto en algún lugar a un niño con las características y la ropa que vestía el pequeño aquel día.