06: Una cita

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A las cuatro de la tarde YoonGi estaba saliendo de su casa para tomar un taxi y dirigirse al centro de la ciudad.

El aire frío golpeaba su cara y hacia lucir de un lindo color carmesí sus mejillas y punta de su nariz, haciéndolo lucir tierno y coqueto.

El camino se sintió lento, muy lento a pesar de no haber tráfico, quizás era su nerviosismo o el cansancio que sentía sobre su cuerpo luego de una extensa jornada de trabajo.

Sonrió para sus adentros cuando sintió su celular vibrar y sabía exactamente de quién se trataba, quizás informándole que ya había llegado al lugar de encuentro y que ansiaba verlo.

Levantó la mirada para darse cuenta de que ya quedaba mucho menos para llegar a la zona céntrica de Seúl y sintió sus manos sudar.

Cuando se bajó, cerró lentamente la puerta y vió al taxi alejarse hasta desaparecer al final de la gran avenida.

Hace mucho tiempo que él no tenía una cita y era extraño volver a tener una nuevamente, pero en un pequeño rinconcito de su mente, había tranquilidad ya que era JungKook con quién se encontraría.

Sus pies se movieron automáticamente hacia la ubicación indicada por JungKook, mientras intentaba idear una planificación de cita.

Caminó con la cabeza agachada, quizás demasiada sumergido en sus propios pensamientos, hasta que chocó con alguien y avergonzado levantó su cabeza dispuesto a pedir disculpas.

-Gi, tienes que mirar por donde caminas.

Suspiró aliviado cuando por quizás una casualidad más planeada por JungKook que por el destino, se dió que era él con quién había chocado y en un acto reflejo se refugió en el pecho del contrario, sintiendo su calor y su perfume.

JungKook dudó un momento pero sin darle muchas vueltas, lo rodeó con sus brazos y con cariño le acarició la espalda.

YoonGi sonrió levemente.

-No me retes porque lloro -Espetó puchereando tiernamente.

JungKook soltó una carcajada. -Quita ese puchero, tengo una idea genial en este momento.

En una acción reflejo, se tomaron las manos y como si fueran adolescentes haciendo una travesura comenzaron a correr esquivando a las personas hasta llegar al centro comercial.

-No tan rápido, Koo, tengo pésima condición física -Jadeó cansado.

Ambos se detuvieron y rieron juguetonamente mientras recuperaban el aire.

-¿A dónde iremos? -Preguntó recuperando el aliento y ordenando su cabello con suavidad.

-¿Cómo eres para disparar?

-¡Vamos a ir a jugar! ¡Me encanta ese lugar, soy adicto a matar a los zombies!

JungKook sintió un disparo en su corazón cuando vió a YoonGi tan feliz y sonriendo mostrando sus encías rosaditas.

-¿Qué estás esperando? Vamos, vamos. -YoonGi le tomó la mano, sorprendiendo a JungKook.
-¡JungKook rápido o nos quitarán el lugar los niños!

Y sin decir mucho más, ambos apresuraron su paso hasta llegar a la sala de juegos y luego, simplemente pasaron horas y horas recolectando boletos hasta poder canjear un peluche de foca que se encontraba en una de las repisas.

Y efectivamente, así fue, porque luego de una larga sesión de juegos, recolectaron mil tickets para un peluche que simplemente valía 400.

-Quiero decir que esta es mi primera cita luego de mucho tiempo y creo que ha sido la mejor -Expresó mientras se llevaba una cucharada de helado a la boca y lo disfrutaba completamente.

-Bueno, puedo decir también que es una de mis mejores citas -JungKook se sonrojó. -¿Te gustaría... repetirla en algún momento?

YoonGi no dudo ni un segundo en responder.

-Me encantaría tener citas contigo todos los días.

Ambos se miraron fijamente, sintiendo un calorcito que ellos conocían perfectamente, pero que ninguno de los dos sentía hace mucho tiempo, quizás sus vidas eran más parecidas de lo que creían.

YoonGi recostó la cabeza sobre el hombro de JungKook, y el pelinegro, como todo un hombre infantil, tomó con la punta de su dedo un poco de helado y se lo puso en la nariz, haciendo sobresaltar a YoonGi ante la sensación fría repentina.

-¡Oye que te pasa! -Rió entrecerrando los ojos.

JungKook tomó una servilleta y se sentó recto frente al contrario y con mucho cuidado se acercó para limpiarle la nariz, quizás, acercándose mucho más de lo debido.

Se miraron profundamente, mientras sentían sus respiraciones muy cerca, acelerando sus corazones y haciendo nacer en ambos un sólo pensamiento.

JungKook tomó suavemente la cara de YoonGi, acariciando suavemente con la yema de sus dedos el contorno de su cara.

-¿Te... puedo besar? -Preguntó casi en un susurro inexistente, pero que a pesar de estar en un lugar lleno de personas ruidosas, YoonGi logró oír.

YoonGi asintió lentamente y él fue quien se acercó al contrario, rozando sus labios levemente, como si jamás en su vida hubiera besado anteriormente.

JungKook fue el primero en mover levemente sus labios, esperando una respuesta de YoonGi, quien sonrió sobre los labios del contrario y siguió el beso, sintiendo nuevamente como un adolescente.

Cuando se separaron para tomar aire, ambos se sonrieron y rieron nerviosamente.

-Eso fue...

-No digas nada y vuelve a besarme, JungKook.

Y así terminó su casi improvisada cita, ya que JungKook tenía un plan completamente distinto para ese día, pero que decidió cambiar a último momento, y quizás, fue su mejor decisión.

Ambos caminaron por el parque, extendiendo lo más posible la despedida, queriendo disfrutar un poco más de la compañía del otro.

Finalmente, se despidieron con una gran sonrisa y un pequeño beso que era una promesa silenciosa para volver a verse de esta manera.

Cuando JungKook llegó a casa fue recibido por un contento DaHyun, quien se tiró a sus brazos y se abrazó a su cuello refugiándose en él, sonriendo feliz ante el cariño que recibió en su espalda.

-Te extrañé mucho, pá.

-Yo también, hijo -Se agachó para besar su frente con cariño y peinar su cabello con sus manos.

JiMin apareció por el pasillo y le miró sonriendo ladeado.

-DaHyun, ¿quieres mostrarle a papá el dibujo que hicimos esperándolo?

-¡Lo había olvidado! ¡Vuelvo enseguida!

Cuando el pequeño salió corriendo hacia su recámara JiMin alzó sus cejas mirándolo picaronamente.

-Cuéntame todo, en este momento Jeon JungKook.

JungKook rió y se sonrojó como un adolescente.

-Vamos a la sala y hablaremos sobre eso.

-Uff, esto se viene fuerte entonces.

El pelinegro rió fuertemente, mientras comenzaba a caminar hacia la sala, pero en ese instante fue cuando observó la foto de YuGyeom en el mueble principal de la casa.

Cerró sus ojos sintiendo una intensa tristeza.































































Hola.

Espero que les haya gustado este capítulo, sé que hace mucho no actualizaba esta novela, pero hoy día me inspiré mucho y salió esto.

Por favor, si no les gusta, díganme para que pueda mejorar.

Cuídense y tomen agua. 🧚🏻‍♂️

Hug Me {KookGi} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora