Hug Me {KookGi}

01: Un día agitado

-Arriba mi pedacito de cielo -JungKook acariciaba los negruzcos cabellos del pequeño Jeon.

DaHyun se removió incómodo.

-No quielo pá.

JungKook rió suavecito sin dejar de acariciarle.

-Hay que levantarse.

DaHyun se giró hacia el otro lado intentando volver a dormir.

-Voy a llamar al monstruo de las cosquillas.

-No pá, me hago pis.

-Entonces arriba. Hice hot cakes para el desayuno.

JungKook rió cuando el pequeño se sentó inmediatamente en la cama y se estiró como un gatito.

-Abrigate bien porque hace frío.

El pequeño Jeon asintió.

JungKook rió cuando DaHyun apareció en la pequeña cocina con su poleron de Iron Man al revés.

Pero simplemente no dijo nada porque DaHyun podía vestirse como quisiera.

-Pá -Le llamó. -¿Puedo llevarle galletas a Suni?

-¿La niña de la qué me habías estado hablando?

-Ella es bonita pá.

JungKook rió.

-¿Le compramos un regalo hoy en la tarde?

DaHyun balanceó sus piernas que colgaban de la silla mientras asentía rápidamente.

-A ella le gustan los patos.

🌙

JungKook corría luego de haber dejado a DaHyun en la guardería, debía llegar y preparar el salón para la reunión del buffet de abogados y ya había recibido un ultimátum la última vez que llegó tarde.

-¡JungKook! -Gritó JiMin cuando lo vio entrar. -¡Te están esperando! Dije que ya habías llegado y estabas arreglando unos asuntos.

-Dios JiMin, muchas gracias, no sé como agradecertelo.

-Déjame cuidar un día a DaHyun, ese niño es precioso.

-Claro que sí.

JungKook suspiró mientras secaba el sudor de su frente torpemente y comenzaba a caminar hacia la sala de reuniones a preparar el café y a acomodar los portafolios con documentos en sus lugares correspondientes.

Poco a poco la sala comenzó a llenarse de hombres de traje y caras serias, cada uno acomodándose en el lugar de la mesa que tenía su nombre y abriendo los documentos.

JungKook comenzó a servir el café con cuidado y a acomodar los platos con galletas cuando su celular comenzó a sonar insistentemente.

-¿Señor Jeon sabe leer? -Le preguntó el director del buffet sacándose los lentes molesto mientras apuntaba al cartel en la pared que pedía silencio.

JungKook sacó el celular de su bolsillo y su corazón se aceleró.

-Es de la guardería de mi hijo...

-¿Y?

-Me tengo que ir.

-Es su horario laboral. Recuerde que le dimos la oportunidad de trabajar por su hijo pero no podemos aceptar este tipo de cosas.

Y sólo eso bastó para colmar la gran, gran paciencia de JungKook.

-Entonces renuncio. Puede meterse mi "gran" sueldo por su trasero.