– Tiene una hermosa vista, ¿no lo crees?
– Sí
– Tiene vista al mar y un hermoso patio, Shawn, no encontrarás nada parecido.Veo a Claris hablar pero nada de lo que dice me importa, muy hermosa la vista pero muy lujoso para mí.
– ¿Qué dices? ¿La comprarás?
– Sí, con respecto a eso, no.Abre los ojos en asombro y habla
– No la vas a conseguir nada así en San Francisco, está en oferta y en un lugar hermoso.
– Muy lujosa para mí.
– Dijiste que te encantaba el mueble.
– Lo hace Claris, pero es mucho para mí.Resopla y peina con la mano su cabello
– Vamos, Shawn, es una bonita casa.
– Sí, ahora enséñame otra.Le sonrio amable y sus ojos me odian.
Salgo de aquella hermosa casa, sin duda a alguna persona la comprará, pero es muy grande para mí, nisiquiera tengo un perro.
Me detengo en la acera y volteo a ver a Claris– Bien, veamos otra casa, no puedo esperar.
Un papel rosa es colocado en mi pierna por la brisa distrayendo del todo mi atención hacia Claris, lo quito de mi pierna y dejo que el viento se adueñe de él.
– Entonces, ¿de verdad no has pensado ni un poco en comprar esa casa?
Claris insiste y de nuevo el papelillo se adiere a mi brazo, lo quito de mi extremidad y lo dejo ir junto al viento.
– No, es muy grande para mi Clar, nisiquiera tengo una pareja o mascotas.
El papelito esta vez pega en mi rostro, lo alejo pero antes de volver a dejarlo leo algo interesante en el.
¿estás buscando una promoción de comida? llegó tu momento ...
No, no estaba buscando una oferta en comidas. Sólo quiero una casa.
Volteo y tiro el papel, pero mis ojos ven un edificio color rosa palo con plantas en los balcones y escaleras. Subo más la vista y una terraza grande reina sobre los departamentos. Y la ventana de uno de los departamentos tiene un papel anunciando que si está disponible
El papel tiene suerte, mi momento ha llegado.
– Claris, quiero vivir allí.
Me mira y su cara expresa asombro y disgusto.
– Vamos, Shawn. No te puede gustar eso.
No me importa su opinión, ya estoy en la puerta.
Volteo y Claris me sigue, trotando sobre sus tacones. Habla con la gerente de la propiedad mientras veo el living room de lo que quiero que sea mi nueva vivienda.
– Vamos, Shawn.
No le detengo, sólo la sigo escaleras arriba.
Estamos en el piso del departamento disponible y estoy listo para abrir esa puerta y ver mi nuevo lugar.
– Wow.
– Woah. - la expresión sale de la boca de Claris casi sin aliento y por lo bajo - esto es hermoso, ésta vista no es la mejor de San Francisco pero sin duda es buena, demonios.
– ¿Puedo comprarla?
– Es un subarriendo cariño, no tiene compra.
Un sillón grande está en la esquina derecha de la ventana y me siento cómodo estando en él.
– ¿Por qué?
– No me quisieron decir, problemas familiares supongo.
– Este lugar es maravilloso, es espacioso y tiene un grandioso mueble.
– Lo es.
– La terraza
– ¿Qué con ella?
– ¿Se puede ver?
– Oh sí, casi lo olvido. ¡Claro! es toda tuya si alguna vez puedes comprar el lugar.
– Seguro. Ahora vamos a verla.
Hay que subir unas 5 escaleras y mis ojos ven el grande lugar. Puedo plantar tómates, flores de cualquier tipo, cilantros. ¡Es perfecta para hacer un jardín!
– Va a ser mía.
Claris me ve de soslayo y sonríe
– Te deseo suerte con eso, cariño.

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𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝗶 𝗳𝘂𝗲𝗿𝗮 𝗰𝗶𝗲𝗿𝘁𝗼
RomanceCuando Shawn alquiló un apartamento en San Francisco, lo último que esperaba era compartirlo con una mujer fantasma. (adaptación de la película Como si fuera cierto novela del escritor Marc Levy)