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"Me siento tan comprendida y cómoda a tu lado. "

No sabía el motivo de escribir esa nota, pero ella solo lo hizo mientras estaba sentada dentro de las oficinas de policía. Miraba la nota bastante agobiada. Llevaba unas horas ahí.

Las cosas se habían complicado en aquel caso y la policía sugirió proteger a Shinichi y su familia cercana que residía en el país, que en ese momento era únicamente ella.

En dicho momento, vio salir a su esposo de alguna habitación seguido de varios oficiales. La fémina ya sabía que Shinichi incluso portaba un arma escondida en sus ropas. Se levantó cuando pasaron a su frente. Shinichi también se detuvo y la observó con un frío rostro. 

Ella tomó su mano, apretándola un poco fuerte, aguantando su revoltijo de sentimientos, logrando nada más que suspirar preocupada, mirándolo a los ojos, pensando en cuando habían vivido juntos y de lo mucho que sabía que su esposo siempre estaba en peligro.

—El día que nos casamos... Prometiste que nunca te irías de mi lado. —ella hablaba intentando que su voz no se quebrará. —Así que... Te estaré esperando, aún si tardas demasiado o aún si no vuelves.

Él sonrió, aquella sonrisa típica de él que a ella tanto le fascinaba.

Y Shinichi la abrazo.

—Siempre volveré a tu lado, no importa que tenga que hacer para conseguirlo...  —susurró con cierto aire melancólico —Por mi vida, te lo prometo.  —y después no hizo más que irse con sus compañeros policías.

Matrimonio con Kudo Shinichi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora