¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ella sabe reír tan fuerte que es capaz de ocultar todas sus inseguridades.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ambos salieron del campo; Kaminari en una camilla de ambulancia, ya que había entrado en su trance "idiota", como decía Kyōka.
¿Sonia? Ella buscaba a cierto muchacho emplumado, Mas, antes de llegar a él, miró como cierta pelinegra caminaba en círculos, preparándose mentalmente para su pelea, la cual estaba cerca, se notaba de lejos que estaba nerviosa.
—Eres hermosa, inteligente, buena en combate, tu singularidad es genial y sabes usarla... ¿Sigo? ¿O ya te convencí sobre lo genial que eres? Debes estar segura de lo que haces y no dudar... Puedes hacerlo, lo lograrás. — Animo cuando llego hasta ella, poniendo una de sus manos en su cintura tratando de calmar a sus piernas temblorosas.
Momo, al escuchar sus voz y sus palabras, se volteó para verla, ruborizada, De pronto la abrazó fuertemente, haciendo reír levemente a la Ryuzaki, la cual le correspondió enseguida.
Realmente habían entablado una gran amistad en poco tiempo.
—¡Lo hiciste más que genial, Sonia-can! tu combate... Dios, Eres.... Eres... —Balbuceaba la más alta, aún asombrada por el actuar de su nueva amiga.