StanXeno Week✔︎ |𝙳𝚁. 𝚂𝚃𝙾𝙽𝙴

🌹𝘐🌹

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Infancia/Lápiz labial
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En una casa algo retirada, abandonada por las personas que vivían allí dentro a causa de una mudanza drástica hace ya un par años, se encontraban dos niños que cursaban sexto grado.

Aquel era el lugar que solo ambos conocían y usaban para cuando no estaban en clases ni haciendo los oficios que correspondían de éstas mismas o de sus hogares.

Uno leía un libro y el otro sólo se limitaba a verlo, demostrando su notable aborrecimiento.

—Stan. ¿Por qué usas labial?—preguntó intrigado uno de los niños, bajando aquel libro que cubría un poco su rostro; decidido a iniciar una conversación.

—¿Es que acaso te molesta?—respondió el otro.

—Para nada—sonrió—. Sabes bien que soy totalmente antiparabolico con eso.—Stan sonrió también, y Xeno tomó su mano—. Somos amigos. No me importa qué uses o que no, siempre y cuando seas feliz y no te haga daño, o hagan daño por eso.

—Gracias, Xeno—Stanley lo miró enternecido, poniendo su mano encima de la suya—. Pero no creo necesitar tu ayuda si eso pasa.

—¿Pasar qué?

—Que otros me quieran herir por usar algo que a ellos no les agrade, como lápiz labial, por ejemplo. Que es de chicas; ya sabes, seguramente piensan eso.

—Yo te defenderé, Stanley—dijo intentando imitar la imagen de un caballero medieval—, como tú lo haces conmigo cuando otros chicos quieren hacerme la vida imposible durante las clases, por ser el de mejor calificación.

—Son solo personas tontas.

—Lo son.

—Creo que simplemente me siento bien usándolo—dijo el peli crema espontáneamente y Xeno lo miró algo confuso—. Como respuesta a tu anterior pregunta.—aclaró—. Sólo, un día simplemente tomé uno que había encontrado en los cajones del cuarto de mi tía y opté por ponérmelo en los labios. Entonces pensé que quedaba bien conmigo—su mirada estaba centrada en el suelo mientras explicaba con detenimiento. Luego añadió—. ¿Y si intentas ver cómo te ves tú con él?

—Creo que el lápiz labial te hace lucir elegante—sonrió el de menor altura—, pero no va conmigo.—Xeno movió sus manos, negando.

—Vamos, Xeno—los ojos de Stanley brillaron—, quizá te veas incluso mejor.

—¿Incluso mejor?—las mejillas de Xeno ardieron.—, pero—fue interrumpido.

—Si crees que no va contigo, o no es "elegante", simplemente lo olvidaremos.

—Bien.

—¡Bien!

—Stan, hay un pequeño problema, no tenemos un lápiz labial cerca.

—¿Bromeas?—rio—. Siempre tengo uno en mi bolsillo.—Stanley volvió a reír ante la mirada de Xeno.—. Sé que tengo suerte de que no se haya caído o algo por estilo; o de lo contrario—entonces de sus pequeños bolsillos un labial carmesí sacó—¡Ajá!, ¡Acá está!

—Stan...

—¿Sí?

—¿Me lo pondrías tú?

—Tú...¿Quieres que lo haga?

—Es que no sé realmente cómo hacerlo.—los ojos de Xeno se encogieron tras levantarse sus mejillas al sonreír.

—Es la primera vez que te escucho decir que no sabes hacer algo, que no sea en clases de educación física—ambos rieron—. Bien, te lo pondré yo.

—¿Qué debo hacer?—Stan posó sus dedos de su mano mano en ambas mejillas del chico, y apretó levemente.—. ¡Así parezco un pez!—habló con algo de dificultad.

—Es así como debes estar, Xen. —tomó con su otra mano aquel lápiz labial rojizo y, como si requiriese de mucha concentración, lo pasó lentamente sobre los labios del peli blanco, quien sólo esperaba a que el de cabellos dorados hiciera su trabajo; y dudando a toda costa que aquello de ponerse lápiz labial le luzca tan bien como a su mejor amigo.

De pronto sintió que sus mejillas dejaron de ser apretadas. Parpadeó un par de veces, mientras Stanley dejaba su mirada fija en la parte baja de su rostro.

—¿Está listo?

—Sí.

—Lo sabía—dijo entre risas, intentando cubrirse la boca sin que sus manos tocaran sus labios.—. Es estúpido.

—De hecho, te ves—Stanley puso uno de sus dedos sobre su barbilla, con una sonrisa de medio lado—... lindo.

Entonces, como si fuera un simple movimiento repentino, Stanley acercó su rostro al de Xeno, rozando sus labios con los de él, haciendo un esfuerzo vergonzoso e inexperto por moverlos un poco.

—¿Q~que haces?—habló uno de ellos con su rostro a escasos metros, luego de haberse separado un poco. Ahora con el labial esparcido.

—Sólo hice lo que tú siempre haces cuando llevo el lápiz puesto, Xeno.—dijo un Stanley con algo de labial regado en sus labios; guiñando el ojo.

ฅ^•ﻌ•^ฅ
fin.