StanXeno Week✔︎ |𝙳𝚁. 𝚂𝚃𝙾𝙽𝙴

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Antigua Grecia
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—Dioses griegos—dijo uno de ellos—. Dioses. Son sólo cosas que se inventan las personas para tener algo a lo que aferrarse y creer.

—Estoy de acuerdo contigo, pero me agradan las historias que se inventan de ellos; incluso puedo contarte una historia que sucedió entre dos dioses. Es de mis preferidas.

—No quiero oírla. No me interesa en lo absoluto.

—Vamos~

—No.

—¡Vamos!

—No.

—¡Vamos!

—Bien, bien. Está bien. Adelante.—chasqueó la lengua. El otro reía ante lo ultimo.

—Bueno—echó uno de sus mechones que caían de su cabello, hacia atrás, y luego de pensar un momento como empezar, lo hizo—. Lo que recuerdo es que, uno de ellos era albino, por su cabello blanco, y tenía ojos azules. Lo asociaban a menudo con las enfermedades y los castigos y represiones a los seres humanos . El otro, de hecho, tenía entre sus intenciones curarlos de aquellas enfermedades e incluso les daba dones y dotes que estaban fuera de lo común, y su cabellos pintaban más hacia el color ámbar. No recuerdo muy bien sus nombres. El primero, quien se encargaba de castigar, sin embargo, estaba a merced del último, y aunque no suene elocuente sólo interfería si el otro así lo quería.—el peli verde sonrió.

—Interesante historia—habló sarcástico—. Entonces el sujeto malo no es el que todos creen que aporta las enfermedades, sino el que elabora y planea sin mancharse las manos; es decir, el que "cura" las enfermedades. Es tan obvio, mentalista; como todas esas historias.

—Exactamente~ Aunque esta historia está basada en hechos reales—respondió, mordiendo la parte interna de su mejilla—. Ahora déjame terminar.—el otro no contestó, y éste iba a seguir hablando, cuando vuelve a ser interrumpido.

—Significa que al "dios" de los castigos también le satisfacía hacerlo; hacerle caso a las malas intenciones del ente de los dones. Entonces ninguno estaría libre de corrupción.

—Tal vez sea eso, sí. Pero, en toda complicidad, y especialmente en la de estos dioses, estoy seguro de qué hay algo más allá. ¿Qué tal... afecto? ¿Amor?

—Eso—rio para sí mismo—, no lo puedes saber a menos que se haya realmente demostrado y lo hayas visto por ti mismo, o alguno de esos «Dioses» lo haya dicho; lo cual sí, es diez mil millones por ciento seguro que no es así.

—Hay algo que se me olvidó mencionarte, querido Senku.

—¿Huh?

—Estos dioses ciertos días solían convertirse en humanos, y dar paseos por toda la antigua grecia y el resto de los lugares, cometiendo de las suyas. Recuerdo haber mencionado que no recordaba sus nombres, pero, al volverse humanos usaban unos nuevos. Éstos eran—Un par de hombres, entonces, aparecieron en dicho espacio, interrumpiendo. Al parecer el científico se veía feliz porque al fin habían despetrificado a su querido Stan.—¡Oh, Stanley y Xeno-Chan!

—Gen—Senku dijo antes de empezar a enseñarle a Xeno en lo que había estado trabajando—. ¿Quien te contó dicha historia tan absurda?

—Bueno, la he escuchado personalmente por parte de ambos dioses.

—¿Y sus nombres eran?

—Oh, Senkie, ya los dije.

Senku pensó un momento, y al comprender finalmente lo que quiso decir, esbozó una sonrisa. —Con que basado en hechos reales, huh.

Gen se retiró, y Xeno puso una de sus mano en el hombro del menor, asintiendo. Gen encogió sus hombros.

—Juro que no he contado nada, solo hablamos de los dioses... dos dioses corruptos, y sus... ¿quizás no tan escondidos sentimientos de amor?—sonrió yéndose.

ฅ^•ﻌ•^ฅ
fin.