Valor

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— ¿Cómo demonios corres tan rápido? — Preguntó la Kanzaki, respirando con dificultad.

— Soy más alto que tú — Respondió el Shinazugawa.

— Ah, tienes razón — Soltó la chica — La falta de sueño me hace mal, no me juzgues.

— Descuida, perdón por correr. — Se disculpó el mayor. — Por cierto... ¿Por qué no estas usando tu bicicleta?

Aoi detuvo su andar en plena calle, respirando con dificultad, mirando al Shinazugawa como si hubiera dicho la cosa más obvia del mundo.

— Estoy con mi remera para dormir, estás cosas NO son zapatillas — Dijo mientras señalaba los objetos en sus pies que Genya juraba, eran zapatillas — olvide místicamente que tengo una bicicleta en perfectas condiciones y estoy corriendo a casa del frentón porque el rubio va a hacer algo valiente por una vez en su vida.

— Wow, que día — Comentó el pelinegro — Yo estoy descalzo porque me caí con mis propias chanclas en la puerta de la casa, y las deje ahí. — Explicó como si nada.

— Saliste corriendo porque del golpe pudiste despertar a tu hermano. — Dijo la chica.

— Tienes razón — Respondió— Vamos, tenemos por seguir, tengo frío. Ah, y olvidaste tus broches — Señalo a la chica.

— Maldita sea — Soltó la Kanzaki.

° En otro lugar°

— ¿Aquí o allá? — Preguntaba el Hashibira, señalando las calles mientras continuaba pedaleando.

— ¡Allá! — Respondía la Tsuyuri, señalando una de las opciones.

Era entonces cuando el Hashibira giraba bruscamente al camino señalado por la chica, que después de dos caídas, había dejado de tener miedo.

— ¿Frío? — Preguntó el joven.

Kanao se percató de que, al igual que el Hashibira, solo llevaba unas medias rosas en sus pies. Luego llevaba un pantalón en los que podría entrar ella junto a Nezuko o Aoi y una remera grande que Shinobu compró durante su adolescencia, cuando aún tenía la esperanza de superar el metro con sesenta centímetros.

— Creo que tu deberías ser el que este congelándose. — Inosuke vestía unas medias color verde fluorescente, de Kanae, un pantalón que Kanao estaba segura, solo se utiliza en verano y una camisa desabrochada.

— Nunca me congelo — Respondió rápidamente el ojiesmeralda mientras desviaba la mirada del camino.

— ¡Cuidado! — Intentó avisar la Tsuyuri.

Esa fue la tercera caída.

° En una calle desierta °

— Me van a robar, me van a robar —Se repetía el rubio una y otra vez.

— Me arrepentí — Dijo como alguien fuera a escucharlo y comenzó a volverse sobre sus pasos.

— Me arrepentí de arrepentirme — Dijo luego de haber recorrido dos cuadras en dirección a su hogar.

— Me arrepentí de arrepentirme de arrepentirme — Volvió a decir luego de avanzar tres cuadras.

— Me arrepentí de escuchar eso, deja que se reinicie mi cerebro — Dijo una voz a sus espaldas.

— ¿¡Quién fue!? — Pregunto el rubio intentando poner cara de malo. Era un consejo que Genya le había dado hace algunos meses.

— Quita esa cara, pareces el meme de Bob Esponja cavernícola. — Continuo la voz — Te ves ridículo.

Kimetsu No Academia || #alphaawards2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora