| Letter: O4 |

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"Me enteré por ahí, de qué bailas. Espero algún día tener la suerte de verte y no tan sólo eso, también me gustaría hablarte, abrazarte, besarte y amarte. Pero todo a su debido tiempo".

- Tú admirador.

Posdata: Para qué sepas un poco de mi, me gusta todo aquello qué tenga que ver con música. Aunque últimamente estoy pensando en componer una canción, eres una gran inspiración.

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Nuevamente una sonrisa se formó en sus labios, colocando más curioso a su mejor amigo, qué esta vez se encontraba a su lado, leyendo desde arriba.

- ¿Que dice aquí?.- Murmuró.- ¿Está escrito en japonés?.- Cuestionó incrédulo, tratando de entender algo, resultando un total fracaso, soltando un bufido. Lo malo de no saber Japonés.

- Sí, ¿No quieres saber lo qué dice?.- Quiso saber, doblando la carta guardandola en uno de los bolsillos de su polerón.

Sabía de sobra lo curioso qué podía llegar ser y que era Hongjoong. Pero este parecía más estar decaído, qué intrigado.

- Primero que todo, ni aunque te preguntara me lo dirías. De seguro me dirías algo nada que ver.- Contestó, apoyando su mejilla en una de sus manos. Haciéndolo sentir mal, ya que era regularmente cierto.

- Joongie.- Le llamó, luego de unos segundos. Ha lo qué este hizo un sonido en signo de qué le escuchaba.- ¿Está todo bien?.-

- Aveces odio que me conozcas tan bien, Woonie.- Soltó un suspiro cargado, guiando su vista a otro lado.

- Soy tu mejor amigo.- Recordó, con una sonrisa.- Además, a simple vista se puede ver que te sucede.- Comentó, ganándose una sonrisa, qué luego sé tornó más bien en una mueca.

Hongjoong solía ser alguien sereno y algo introvertido, también podía ser frío y calculador, pero todo dependía de la situación. Puesto qué aveces realmente parecía un niño pequeño qué debía ser cuidado todas las horas del día.

En ello se reflejaba tal cuál cómo sí sus padres no sé hubieran decidido separar, cómo sí el qué su madre se lo haya llevado a Estados Unidos aún cuándo no quería y colocarlo en una escuela qué no cuadraba nada con el, no le hubiera afectado.

Pero sabía muy bien qué no era así.

Hongjoong no lo sabía, pero era símbolo de admiración, lo era realmente, porqué pese a ello, nunca agachó la cabeza y siempre se mantuvo en pie. Era un guerrero qué no murió en batalla y qué sigue en ella, pese a todo.

Habían pasado unos diez minutos desde qué habían comenzado a conversar, tratando de cambiar el ambiente, lograndolo después de contar unas cuántas anécdotas. Cuándo el menor recordó que tenía clase con Seonghwa, así que con otra excusa que gracias a Díos le creyó el mayor. Se dirigió hacía su destino.

¿Porqué no sólo le decía qué iba a clases con su tutor? Ni el mismo lo sabía.

Camino a su lugar de encuentro, pasó por la cafetería, aprovechando así de comprarle algo a el coreano. Este le había comprado algo con anterioridad, así qué no encontraba nada de malo hacer lo mismo. Solo esperaba y que le gustase.

Al salir de esta, dirigió sus pasos tranquilamente por el pasillo direccion hacía la biblioteca, parando tan sólo un poco en el aula 441, escuchando "Candy" de Doja Cat tras la puerta.

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