Lo Que No Se Contó

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2 años han pasado luego de la muerte de Miyazono Kaori, su existencia fué como un hermoso arcoíris creado luego de una fuerte tormenta que azotaba los confines de mi corazón, cuando pensaba que todo estaba en blanco y negro ella lo transformó todo a color. Pero ya no está con nosotros.

¿La he olvidado? No. Jamás podría olvidar aquella egoísta, mandona y terca chica quien llenó de emociones mi vida. La suelo recordar cuando toco el piano, cuando veo el cielo nocturno con su infinito mar de estrellas, o con el olor de los dulces que tanto le gustaban.
Todos estos pensamientos vinieron a mi mientras tocaba el piano concerto N. 21 en el concurso "Santander Paloma O'shea" fuera del país donde la conocí.

Y así termino la melodía, las personas aplauden con fervor; escucho sus "¡Bravo!" y observo lágrimas en los rostros de algunas personas quienes mi música les ha llegado. - Suspiro
El sentimiento de aquel concierto junto a Kaori indudablemente fué el mejor. Y no creo volver a experimentar jamás aquel momento, sí, esta es tu huella que has dejado en mi.

Me levanto, hago una reverencia.. Y me marcho hacia el lobby donde está alguien que sin duda ha estado a mi lado. Parada allí viéndome esta Tsubaki, con una expresión de emoción en su rostro.

-Parece que estos años te han hecho mejor, dá las gracias que tienes a alguien como yo a tu lado apoyándote - lo dice mientras suelta una risita

Tiene razón, ella ha estado siempre conmigo... Y no cabe duda que estoy agradecido por eso; todo este tiempo que he pasado con ella me di cuenta de cuán importante es Tsubaki en mi vida. ¿Qué si estoy enamorado de ella? ¿Si estamos saliendo? ¿Si aún amo a Miyazono Kaori? Son varias preguntas, y sí, me enamoré de Tsubaki en uno de los más importantes conciertos donde participé, cuando la vi allí, sentada con un lindo vestido que resaltaba entre la audiencia. Aquel día me dijo que venía conmigo para mi debut fuera de Japón. - lo cual me sorprendió.
Como siempre fue buena en los deportes ahora es una jugadora de béisbol profesional lo que no le da mucho tiempo para vivir su vida libremente.
- "Pedí unas vacaciones para esto". Dijo un poco ruborizada mirando hacia el suelo.
- Ella de seguro te quiere cuidar de las mujeres extranjeras Kousei! Dijo Watari al encontrarse con nosotros aquel día.
- Hahaha, muy gracioso Watari dije de una forma burlona. Y ¿entonces? ¿Tampoco vienes? Le pregunté
- Lamentablemente no. Tengo un gran partido esta temporada! Ya soy titular! Pero rayos! Me voy a perder de ver hermosas señoritas extranjeras! - Dijo en una esquina llorando con nubes negras en su cabeza.
- Bueno, ya es hora de irnos. Dije, espero encontrarnos más a menudo
-De seguro! Dijo Watari con una enorme sonrisa optimista. Bien, entonces me voy! Adiós Kousei! Tsubaki!
- ¿Nos vamos? Dijo Tsubaki aferrándose de mi chaqueta.
- Si, ya es hora.
Aquella noche fuimos a comer en un restaurante un poco fino.
- ¿Ya has ido a ese famoso restaurante el cual todos hablan? Pregunta Tsubaki con un brillo en sus ojos. Conozco esa mirada, es un claro "invitame allí!"
- No, ¿Quieres ir?
- Yai! Vamos! Vamos!
- Pareces una niña pequeña actuando de esa manera, dije con una forma cómica. Y así, caminamos hasta aquel restaurante. Esa noche charlamos sobre un montón de cosas, estas clásicas conversaciones de siempre me hacen sentir renovado, vivo y feliz.

- Me pregunto si Kaori-chan está observándonos en este momento. Dijo Tsubaki mientras se llevaba su Udón a la boca.
- De seguro diría algo como "¿Qué es lo que haces allí tomándote un descanso, ¡debes de practicar hasta desmayarte!" Dije soltando una risa. Ella también rió.

Y así es como sigues moviendo mi vida Kaori, apareciendo en conversaciones triviales, en mis sueños y en mis pensamientos. ¿Cómo podría olvidarte? ¡No me dejas siquiera! Tus presencia sigue aquí conmigo; motivándome a practicar para ser un pianista loco cuya música transforme vidas.

Terminamos de comer y volvimos a casa. Recuerdo que en camino charlábamos de los lugares donde iba a presentarme y concursar. Ella estaba más emocionada que yo; su sonrisa parecía una enorme tajada de sandía. En el camino mi corazón latía con rapidez, y yo comprendía el por qué. - "Me estoy enamorando" me dije.
Uno lo llega a comprender cuando el cielo se ve diferente mientras estás con esa persona, y efectivamente este cielo donde vi aquella vez ese avión pasando por un mar de estrellas con mi teléfono en mano, tenía algo distinto que de costumbre, era ¡más brillante! Y hasta se veía ¡más grande!.

Cabe recalcar, que en ese entonces no estaba saliendo con ella; cuando me declaré fué en otro momento, que lo mencionaré después. Eso responde la segunda pregunta, y aún queda la tercera.

La respuesta es clara, por más que los segundos, minutos, horas, días, meses, años y siglos pasen; este sentimiento que tuve por ella seguirán en marcha, dándome aliento para ser no sólo un mejor pianista. Sino, una mejor persona.

Gracias Miyazono Kaori, me cambiaste la vida. Tu retrato lo sigo guardando, y cada vez que lo veo una pequeña lágrima de melancolía y tristeza recorre mi mejilla.
-"Quiero verte de nuevo" susurré al cielo.
Y así, continúo mi vida...

Si se preguntan por Hiroko sensei, ella continúa enseñándome a pulir más mi técnica. Aunque podría decirse que ya la he superado. Ella más ahora se dedica a cuidar de su hija, y a su vez, seguirle enseñando a la hermanita de Takeshi mientras no estoy. Ah, hablando de Takeshi; como soy el sensei de Cristina prácticamente me obligó a presentarme a la familia y últimamente nos llevamos mejor, al igual con Igawa Emi.
Por supuesto que ambos son ahora pianistas muy reconocidos a nivel mundial, cada uno por su carácter y estilo al tocar. Aveces, cuando tenemos la oportunidad solemos ir a comer algo como cuando éramos pequeños rivales. Aún tienen ciertas "ganas de superarme", aunque yo sienta que ya lo han hecho; ellos continúan sintiendo que están detrás mio.
- ¿En qué piensas cuando tocas? Me preguntó Emi la última vez que nos vimos.
- Depende la melodía- Dije mirándola a los ojos.
- A veces en mi madre, en mis amigos, a quienes siempre me apoyaron y varias veces en una persona que me hizo la vida de cuadritos en colegio, me obligó a cargar sus cosas, lanzarme de un puente, regresar a tocar el piano, vencer mi trauma, y aprender lo bello que puede ser el amor.
- Esa persona debe ser muy especial para ti.
- Créeme que lo es
Le dije mirando al cielo.

Shigatsu Wa Kimi No Uso -  Another StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora