capítulo 3

286 19 3
                                    

Despertó desorientada, no sabía que había pasado. Hace un momento estaba siendo ejecutada y ¿ahora?, Miró a su alrededor y entonces reconoció su habitación: las paredes color marfil, el piso con acabados de madera y el espejo de cuerpo entero que se encontraba en la pared,si, definitivamente era su antigua habitación; entonces se puso de pie y se acercó a este, cuando vió su reflejo no habían marcas, su piel estaba sana sin rastros de golpes ni maltratos, la pregunta era¿en que año estaba? ¿todavía habría tiempo para evitar su trágico destino?.

En ese momento entró Mina, su antigua dama de compañía y recordó que antes de la guerra y ser prometida de Diamante, Mina fue expulsada de su casa por haber atentado y robado a Usagi, debido a esto fue echada sin contemplaciones por parte de ella, apesar de haber estado sirviendole desde hacía mucho tiempo.
Ahora que conoce la verdadera cara de Usagi, supo que todo fue planeado por ella y así convertirse en su incondicional y recordó que cuando fue llevada a la plaza vió a Mina oculta y llorando, con eso ahora comprendía que apesar de todo fue una verdadera amiga; por eso hará lo posible por ayudarla.

Mina la sacó de sus pensamientos cuando le dijo: -señorita, que bueno que despertó, sus padres y hermanos estaban muy preocupados ya iban a llamar al doctor-.
Porqué -preguntó- cuanto tiempo dormí.

Durmió dos días -siguió Mina- luego de excederse en el entrenamiento, le dió una fiebre muy alta.

Debió ser que estaba débil y por eso me enfermé, puedes hacerme el favor de prepararme el baño - indicó serena- Ah Mina, me dirías a que año estamos es que lo olvidé.
A Mina se le hizo muy extraño, aún así le dijo: estamos en el año 455, está usted a punto de cumplir sus dieciocho años en tres meses; y se fue a hacer lo que se le había mandado.

Lastimosamente ya conocí a Usagi- pensó- pero aún falta unos dias para los padres de esta mueran o bueno fueran asesinados por ella. Tengo que evitar que Usagi los mate, así no se hará la víctima para que papá la adopte y venga a vivir aquí.

Mina alistó todo en el baño y salió, antes de cerrar la puerta Serena le dijo: Mina, alguna vez quisiste hacer algo más que ser mi dama de compañía.

No señorita- dijo Mina- a mi me gusta estar con usted, acompañarla y... También ver cómo entrena con la espada- dijo con timidez.
Te gustaría aprender a usar la espada- le dijo Serena.
Oh no, no soy buena en ello- intervino Mina.
Está decidido-convino- mañana hablaré con el capitán para que entrenes conmigo y veremos con que arma eres buena, y por favor desde hoy deja de decirme señorita, solo dime Serena somos amigas dejemos las formalidades.

Mina asintió y se fue muy contenta, Serena se dió un baño y salió a verse con su familia.
Cuando bajó al comedor y vió a su familia reunida, no pudo evitar correr y abrazar a sus padres y hermanos, estos se extrañaron ya que Serena no era muy emotiva, aún así, Haruka la abrazó y le dijo:
Serena estábamos muy preocupados, supimos que te enfermaste, por favor deja de excederte.
Si hermano mayor trataré de no extralimitarme en mi entrenamiento, ahora vamos a desayunar que muero de hambre.

Sentados en el comedor, el señor Kenji comentó -tengo un viaje programado al pueblo vecino, no demoraré mucho en esos días, Haruka, quedas encargado de la casa y los asuntos.
Padre puedo ir contigo, así aprovecho para visitar a mi tío Kelvin -dijo Serena.
-Está bien, prepárate partiremos mañana.

Mientras hacía su maleta, pensó: ya recuerdo, en este viaje que hizo papá, mi tío y su esposa murieron y Usagi quedó huérfana, al ver esto papá le tuvo compasión a esa zorra y la trajo a casa con el, con el tiempo ella se hizo indispensable para nosotros, excepto para Haruka y Sammy, y yo por estúpida, por el cariño que le tenía convencí a papá para que la adoptara y por eso tuvo total acceso a la herencia, pero esta vez no será así, lo primero es evitar que mate a los tíos, así no quedará huérfana y aunque quiera venir con nosotros no tendrá nuestro apellido y no tendrá acceso a la herencia, ya después me encargaré de que sufra porque obviamente va a querer venir con nosotros con alguna excusa.

Serena, hija, ya tienes todo listo- interrumpió sus pensamientos su madre-.
Si mamá, no es mucho lo que voy a llevar.
Serena quiero comentarte algo- siguió Ikuko- sé que quieres sobresalir en el manejo de la espada, pero estás descuidando tus deberes como dama de la sociedad, y pues, a ningún hombre le gustaría tener una esposa que se la pasé con la espada que atendiendo su hogar y sus hijos; y menos le gustaría al príncipe Diamante, como siempre has estado enamorada de él, esa no es la forma de atraerlo...

Mamá, yo no quiero sobresalir en la espada - la interrumpió- quiero ser la mejor y unirme al ejército, en cuanto al príncipe, no me interesa, lo que creí sentir por el ya se acabó.
Pero Serena como dices eso- se indignó Ikuko- una mujer en el ejército es una deshonra para la familia, y que dirán los nobles, la hija del duque Tsukino convertida en una simple soldado y en cuanto al príncipe, piénsalo bien, es el mejor partido del Reino, cualquier doncella estaría más que dichosa de convertirse en reina no seas tonta.

¡BASTA MADRE!- dijo Serena- mi decisión está tomada y no te inmiscuyas en mis asuntos, yo no quiero ser como esas dichosas damas que no hacen nada más que hacer fiestas de té para chismosear con las otras sobre la vida de los demás. Te amo madre, pero no pienso permitir que manejes mi vida a tu antojo, ahora por favor, déjame descansar.

Ikuko salió azotando la puerta, Serena se acostó, paso su mano por su cara y viendo al techo dijo: mamá siempre quiso convertirme en una dama refinada y estuvo contenta cuando me comprometí con diamante y yo me esforcé por ser una dama digna de ser reina, y para qué, no sirvió de nada; ya no me importa lo que piensen los demás.

Ya anocheciendo habló con Mina para que la acompañara en el viaje y habló con el capitán de la guardia de la mansión Nephrite para que luego de llegar del viaje también entrenara a Mina.
Al día siguiente partieron en carruaje con unos cuantos guardias, luego de un día de camino llegaron.

Ahora sí, Usagi, es hora de dañar tus planes... Pensó con una sonrisa de satisfacción Serena.

SOLO PIDO UNA OPORTUNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora