Capítulo 4

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Luego que llegaron al pueblo pasaron a instalarse en la mansión que tenían allí, después de descansar del viaje  sir Kenji se dispuso a trasladarse al Palacio del duque regente ya que su interés es hacer un convenio para comerciar.

Serena mientras tanto cambió sus ropas para así poder entrenar mejor, mientras estaba entrenando con la espada, una mucama le avisó que tenía visitas.

- hazla pasar, que venga hasta aquí.
Mientras la mucama se retiraba, Serena siguió practicando, pensó: que rápido se enteró que papá llegó, claro no contaba con que yo viniera, veamos que se inventará ahora.
Sin que se dieran cuenta miró sobre su hombro y ahí la vió venir, siguió blandiendo la espada en modo de ataque, cuando se detuvo con ella, apuntando a la garganta de su rival y dijo:

-Usagi, que bueno verte...

Usagi se asustó al ver la espada en su cuello y le dijo:- p prima, de deja eso, puedes lastimar a alguien.

Tranquila -dijo Serena- yo ataco a los que me hacen daño, tu nunca me harías nada porque somos familia.

- S si, si claro.

Ordenó a una mucama que sirviera té y bocadillos en el salón y se sentaron a platicar.
- y dime Usagi, como estás, como están tus padres.

- Bien, pues como siempre, mis padres ahora están sirviendo en el Palacio del duque, aunque ese señor es algo extraño.
- Y eso.
- No se deja ver de la servidumbre ni de nadie, hasta hay rumores de que es tan feo y tiene tantas cicatrices y por eso se esconde, con decir que ni mis padres lo conocen.

- Pues a la gente no le debe importar como luzca, lo importante es que tiene bien administrado el pueblo y no tiene a las personas aguantando hambre; y ahora cuéntame, también estás sirviendo en el Palacio del duque.

Oh, no claro que no. Yo no nací para ser sirvienta -expresó despectivamente- yo quiero algo más que vivir en una casa pobre, quiero ser más que una simple sirvienta limpiadora de pisos sin llegar a ser nada.

Serena nunca le había prestado atención a la forma en la que Usagi se expresaba de los demás, pero ahora que la conoce tal cual es, comprende que siempre fue ambiciosa y humillativa.

Las mucamas que se encontraban en el salón, miraron a Usagi de mala manera por referirse de esa forma tan despectiva a su trabajo.

- Usagi no debes hablar de esa forma, todos los trabajos son dignos, es mejor ser una sirvienta ganándose la vida de forma honesta, que buscar riqueza de maneras ilícita o haciendole daño a los demás, además de todo debes de estar agradecida de que tus padres siendo sirvientes te den tus estudios y un techo donde vivir...

- Si prima lo siento por hablar así. y pensó: claro te expresas así porque lo tienes todo y no te falta nada, pero deja que te quite lo que tienes y veremos si piensas igual después.

Serena imaginó lo que estaba pensando y dijo en su mente: tu ambición te llevó a hacer daño incluso a tus padres, pero esta vez no lo permitiré;
y le dijo
- bueno y a mis tíos si le va bien en el palacio, se quedan allá o los vas a buscar.

- si, ellos está noche se quedarán en el palacio, de hecho por eso vine, porque supe que mi tío Kenji estaba aquí y le iba a pedir si me puedo quedar para no dormir sola.

- Claro te puedes quedar esta noche, no creo que papá tenga ningún problema, le diré a alguien que te prepare una habitación.

- Gracias prima querida, bueno voy a buscar mi ropa y regreso.

-Claro te espero.
Con eso Usagi se fue y Serena habló con una de las mucamas que estaban en el salón y escucharon toda la conversación, a esta sirvienta de nombre Amy le dijo:

SOLO PIDO UNA OPORTUNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora