Capítulo 2- Pelea callejera

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Idiota
TW// homofobia

El aire era más frío de lo que recordaba cuando salí del hospital. Las calles estaban más oscuras que antes y la única luz que veía era la del hospital y la de la luna.
Mi paseo fue rápido y corto, las calles estaban en silencio. Demasiado tranquilo.

"¡Oye!" Me giré y vi a un chico, de la edad de Xavier.
"¿Qué quieres?", respondí con dureza, "estoy cansado y quiero dormir-".
Me interrumpió antes de que pudiera terminar mi frase.
"Tú pusiste a ese maricón en el hospital".
Me detuve.
"¿Lo siento?", mi voz era fría.
"¿Eres sordo? He dicho..."
Di un paso adelante.
"Oh, te he oído".
También se acercó: "¿Por qué ayudas a este maricón?"
"Escúchame chico, o cierras la boca y te vas de aquí o te llevo a verlo al hospital".
Parecía asustado.

"¿Sabes quién soy?", casi gritó.
Le miré a los ojos: "No y no me importa".
Antes de que pudiera responder, me agarró por los hombros y me empujó al suelo. Me levanté e intenté entrar en mi casa.
"Oh, vamos. Pelea conmigo, mariquita".
Me di la vuelta: "Así que quieres ir al hospital".
De repente me dio un puñetazo en la boca. He probado la sangre.
Con un rápido golpe, su nariz quedó un poco más corta que antes y cubierta de sangre. Esta vez arremetió contra mi nariz, pero di un paso atrás y perdió el equilibrio. Sin dudarlo, le quité las piernas de una patada y cayó al suelo.

"Ve".
"¡No!"
Me arrodillé sobre su pecho, restringiendo así su respiración, "Escucha- Carlos, sé dónde vivís tú y tu madre. Tú y tu hermano compartís habitación y vuestra cama está a la izquierda. Si no me dejas a mí y al pobre chico solos, estaré aquí. Estaré fuera de tu ventana, en el árbol cercano. Bajaré por la vieja chimenea y cogeré las llaves de tu puerta y la abriré. Entonces te daré una paliza sangrienta. ¿Entiendes?"
Sus ojos se abrieron de par en par, "Donde.... ¿Cómo sabes todo esto?"
"Tengo mis maneras".
Sentí que intentaba moverse.
"¿Así que nos entendemos?"
Asintió con pánico. "Bien".
Me puse de pie y observé cómo intentaba levantarse con pánico. Intentó escupirme, pero lo esquivé y le golpeé en la mandíbula, lo que le hizo perder el conocimiento durante unos segundos.
Cuando se despertó, estaba en el suelo.
"Corre".
Nunca había visto a nadie correr tan rápido. Por fin pude respirar hondo y entrar en mi casa. Apenas llegué al sofá porque también me quedé dormido.

Un dios y su 'amigo' (Spanish Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora