Casados Por Obligación.

Una mañana brillante.

¿Qué estaba apuntó de hacer Hajime?

¿Encerio le haría caso a un idiota que solo le habla por medio de sus pensamientos?

Estaba harto del matrimonio, pero tampoco era para que pudiera hacer algo malo como manipular a alguien sentimentalmente.

Era la mañana siguiente y Hajime estaba encerrado en el baño con todos esos pensamientos torturandolo, había tomado porfin la pastilla para poder controlar a izuru, por lo que pudo pensar las cosas con más tranquilidad.

Salió del baño mirando como komaeda seguía totalmente dormido. No sabía el porque, pero ahí seguía mirándolo. A la vista de Hajime, komaeda se veía como un Ángel, los rayos de luz reflejando al contrario, era como sí fuera un sueño.

Bajo a la cocina mirando que había un desastre, suspiro pesadamente, pensó en komaeda, el cual siempre limpiaba. Saco una pequeña sonrisa esta vez, poniéndose a limpiar el.

Organizó el sillón, limpio la cocina, limpió todos los muebles y inclusive la televisión. Fue a la cocina para empezar a preparar el café, al igual que el desayuno. Sabía que a komaeda le encantaba lavar trastes, así que empezó a poner todos en el lavabo. Y después de una hora había terminado.

Unos waffles con frutas arriba y crema batida. Subió al cuarto donde ambos dormían entrando y mirar que el contrario apenas se iba levantando.

— Buenos días, Komaeda.

Por otra parte, komaeda quien apenas se iba levantando fijo su mirada en Hajime. Abrió los ojos con sorpresa al mirar que estaba con una sonrisa y además, con el desayuno.

— Buenos días. . .

Aún estaba sorprendido ¿Era el su Hinata? ¿Era el Hinata con el que se había casado?

— Ten, te traje esto. Se que es sorpresivo pero, este día quiero hacer las pases. Todo lo que hago es incorrecto y malo, por eso te pido otra oportunidad, ya no tendré tanto a izuru torturando mís pensamientos.

Le dejó el desayuno en la cama y bajo las escaleras. Komaeda saco una pequeña sonrisa empezando a comer, se levantó de la cama empezando a acomodar la cama. Abrió las ventanas sintiendo porfin algo de felicidad.

Bajo con el desayuno con cuidado mirando la sala y la cocina totalmente limpios, los platos acumulados, bueno, por lo menos Hajime conocía eso de komaeda.

— Vaya, todo está tan. . . Limpio.

— Sí, de hecho es lo primero que hice.

Dijo con una sonrisa para que ambos se sentarán a desayunar, por primera vez no había tensión, no había miradas de manera amenazante. Por primera vez.

Todo se sentía como un lindo matrimonio. ♡