Qué. . .?

3.2K 277 1K
                                    

El día había transcurrido con total normalidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día había transcurrido con total normalidad. Llegó la noche y Komaeda cayó rendido en su cama con una sonrisa en su rostro y inmediatamente durmiendose.

— Descansa, Komaeda.

Dijo Hinata dando una pequeña sonrisa y yéndose al baño, prendió las luces y cerró la puerta con seguro, se miro al espejo y desvío la mirada.

El efecto de pastilla ya había pasado.

(Mmm. . . Que raro. Hace tiempo que no te veía tomando esa pastilla, que aburrido, aunque voy a suponer que lo hiciste para estar con komaeda ¿Verdad? No me sorprende eso. Solo dime una cosa, Hinata ¿Lo hiciste para manipularlo?)

Hinata se quedó totalmente callado ante las palabras del contrario ¿Lo estaba haciendo por eso? ¿O estaba enamorado de verdad?

— No lo se, izuru. Y deberías aprender a controlarte sí no quieres que tome otra pastilla. Necesito dormir, no quiero que mí noche perfecta se convierta en algo amargo por culpa de tus consejos malditos.

(Hinata, solo piénsalo, ya van a cumplir un año de estar casados, te faltan solo tres y porfin se podrán separar. )

Y así, termino la conversación, salió del baño apagando la luz. Se quedó parado en el marco de la puerta mirando como komaeda dormía sin ningún problema.

Por una parte, Hinata se arrepiente de  haberlo tratado como basura desde un principio, de hecho, ambos tenían todavía una tensión de querer aventarse por la ventana. Pero por otra parte, ambos solo querían pasarla bien, entonces sería ¿Un amor-odio? No lo sabía todavía.

Se acostó junto al contrario mirándolo por última vez, aquella piel totalmente pálida como la porcelana y esos pelos alborotados como una esponjosa nube, lo hacían sonreír.

Apago las luces de la habitación y se dispuso a dormir.

.

.

.

.

.

Cuatro de la mañana.

(Hinata, Hinata, Hinata, pendejo)

El contrario se levantó al escuchar como izuru lo llamaba, se talló los ojos pero sin prender la luz.

— No me llames así ¿Qué paso? ¿Qué haces a estas horas despierto?

(Komaeda no está, cara de imbécil)

. . .¿Qué?

Prendió las luces mirando que izuru tenía razón. . . El contrario no estaba a su lado ¿A dónde podría ir a estas horas?

Se levantó rápidamente bajando las escaleras y revisando cada rincón, cocina, sala, armario, baño y no había nada.

— Qué? Dónde podrá estar?

(Porqué no vas y sales a mirar? Posiblemente este en la calle ese demente)

Agarró solamente sus llaves y salió corriendo prendiendo el carro y empezó a manejar de manera lenta buscando al contrario con la mirada.

— Dónde podrá estar?

Manejo un poco más lejos de todo, supondría que komaeda estaría lejos de todos, no era alguien que le gustara las grandes multitudes.

(. . . . Hinata)

Hinata volteo la mirada con sorpresa ¿Qué? ¿Porqué?

Y ahí estaba komaeda, en la orilla de un puente apuntó de aventarse.

— Komaeda?

Salió del auto mirando como el contrario daba ligeros pasos hasta llegar y poder caer.

— Komaeda! Porfavor, detente. No lo hagas, además ¿¡Cómo llegaste aquí!?

Pregunto estando demasiado agitado.

No quería.

No quería que se fuera.

— Déjame en paz, Hinata. Yo se lo que hago y esto es lo que quiero. Suicidarme.

. . .

Y ahí vio, como komaeda se había aventado dejando a Hinata totalmente sorprendido.

. . .

Komaeda. . .?

Porqué. . .?

Casados Por Obligación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora