Parte 25

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-Bueno- Escuché su voz 

-¿Qué mierda quieres?- Respondí con miedo al saber que mi hermana mayor me estaba buscando luego de casi 15 años sin saber de ella

-Ashley, compórtate, no estoy para rodeos, si no lo has notado, nuestros padres están muertos, solo quedamos nosotros 3, necesito mas de tu marte- Estaba frustrada

-Está bien, ¿Qué necesitas?- Traté de sonar amable, aunque no era posible en esos instantes

-Mañana estaré allá, mas te vale tener la casa ordenada, al igual que tú vida, ok? No quiero encontrarme con sorpresas-

-Qué tipo de sorpresas?- Sonaba imponente tratando de que ella bajara un poco su temperamento  

 -No se que puta mierda hayas hecho de tú vida, y tal vez no me importe mucho- Colgó al terminar la frase.

Me levanté del asiento, Mat aún estaba ahí esperándome al igual que Kira, salimos los 3 sin decir palabra alguna, no quería dar explicaciones y sabía que ellos tampoco las necesitaban en lo mínimo, solo necesitaba un poco de tiempo y tal vez algunas drogas más.

Kira me dijo que unas de sus amigas le habían invitado a pasar el fin de semana juntas, ella no sabía si ir o no, no quería dejarme sola, era un gesto tan lindo, mas sin embargo, no quería atarla a mí, hace mucho tiempo que ella no salía con alguien más que no fuese yo. Al igual, yo también necesitaba mi tiempo y espacio para pensar en todo lo que ocurría. Le desee suerte y le dije que cualquier cosa me avisara, ella solo asintió y se subió al carro de Fer, una de nuestras amigas 

Me quedé a solas con Mat, él me dijo que iría a mi casa a ayudarme a dejarla impecable para que el día de mañana mi hermana me hiciera el menor drama posible, yo solo asentí y subimos a su carro. 

Lo encendió. My chemical romance comenzó a sonar, en especifico la canción "The ghost of you"  yo sabia que esa canción era una de las preferidas de Mat. Acomodó los retrovisores y le dio marcha, en cuestión de 20 minutos estábamos afuera de mi casa, bajamos del carro y tomamos nuestras cosas. Al entrar nos dirigimos a la cocina para ver que podríamos comer, había pizza congelada, comeríamos eso era seguro, el se puso a preparar todo mientras que yo fui a ponerme otra ropa mas cómoda y apta para hacer el quehacer.

Tardamos 40 minutos en comer y cambiarnos, descansamos un poco y nos pusimos a limpiar toda la casa, era un poco extraño pensar en el hecho de que mis padres no estarían ahí nunca más. No fue tan dificil limpiar todo, solo tardamos aproximadamente 5 horas cuando pensé que nos tardaríamos incluso parte de la madrugada, creí que la casa era un desastre mayor.

Al subir a la segunda planta entré yo sola a su habitación, la cual estaba como ellos la habían dejado la ultima vez que estuvieron ahí, el perfume de mi madre seguía en el tocador y los cigarrillos de mi padre en la mesita de noche, su ropa estaba acomodada por colores, los cuales, la mayoría eran fúnebres, ambos amaban vestir de negro y ese color les quedaba bastante bien. Sus abrigos largos estaban en el extremo del closet, cuando era mas pequeña acostumbraba ponérmelos y fingir ser mi madre. Los recuerdos vinieron a mi mente como misiles, ya no quería llorar, no debía hacerlo, así que salí corriendo de la habitación del terror, la cerré con llave y la dejé ahí. Seguimos arreglando las siguientes habitaciones, esas tardaron aun menos, eran las 12 am y recién acabábamos de limpiar todo, nos acostamos en el sillón de la sala principal, aún me sentía mal, no parecía mucho mas sin embargo, lo de mis padres me estaba afectando bastante, mas de lo que creí. 

-Ash, ¿Todo está bien?- Mat me sacó de mis pensamientos, él estaba preocupado por mí y era algo comprensible.

-¿Te digo la verdad?- Me recosté un poco en el sillón

-Sí claro, dime que sucede- 

-Desearía estar muerta, la vida es una maldita mierda y yo ya no quiero ni si quiera existir, sin ellos ya no quiero- Comencé a llorar, no quería hacer absolutamente nada mas que llorar 

Mat se levantó del sillón y se puso delante mío, yo me levanté y me abrazó, me sentí como en casa, así duramos un par de minutos, tal vez incluso una media hora. Al terminar el abrazo yo era un mar de lagrimas, el solo me veía desde la cocina mientras preparaba algo para la cena, aquella noche todo  había acabado, ya no quería hacer ni ser lo que era antes de la muerte de mis padres, tenía que transformarme de alguna manera u otra, tal vez para bien, o para mal, pero estaba segura que me transformaría.

Revisé mi celular, había un par de mensajes de Kira preguntando si estaba bien, solo me limite a contestarle que seguía viva por desgracia. Dejé mi teléfono y fui con Mat a cenar, tuvimos una ligera platica la cual termino en el techo de mi casa, al final, terminamos consumiendo algunos cuadros mientras escuchábamos música, mi vida estaba jodida, yo estaba jodida y tal vez esforzarme para salir de esto sería en vano 

Electric loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora