Electric love

Parte 24

-Qué pasa, cariño?- Miré a Ash un poco extrañada y asustada

Ella no dio respuesta alguna, solo se limito a darse la vuelta y abrazar una almohada. Me recosté atrás de ella y la abracé, acariciaba su cabello mientras ella seguía llorando, después de una hora se logró tranquilizar casi por completo, su delineado estaba hecho un desastre, su cabello un poco enredado y sus labios muy rojos.

-Ash, ¿Qué pasó?- Me senté en la cama y ella se acostó en mis piernas.

-Recuerdas que mis padres estaban en un viaje por negocios?- 

-Sí- Mierda, no ellos.

-Bueno, sufrieron un accidente por culpa de un maldito hombre ebrio- Se paró en seco y sus ojos se cristalizaron de nuevo. -Mi madre murió, mi padre está muy grave, no es posible que sobreviva, máximo le quedan 6 horas de vida.- Se levantó de la cama   

-¿Irás a verlos?- Sabía perfectamente cual sería su respuesta

-No, no quiero encontrarme a mis hermanos, no estamos mal, pero, llevamos mucho tiempo sin vernos, casi 2 años, corté comunicación con ellos, y no creo que la quiera retomar después de todo lo que a pasado entre nosotros. Creerán que soy una oportunista y le sacaré provecho a la situación.. ¿Cuál maldito provecho le podría sacar a la muerte de mis padres? Sí fuese por dinero, yo me mantengo desde que tengo 17, el arte a sido mi mayor fuente de ingresos, también me dejaron una parte de la empresa, es por ello que estudio está ingeniería, por ellos, para saber llevar la empresa como se debe y no fracasar en el intento. No dejar que su esfuerzo caía en la basura- Se acerco un poco a mí y tomo asiento a mi lado

Me quedé callada, no sabía que decir, sabía que ella necesitaba de apoyo, no que la atacaran con palabras sin sentido que al siguiente día me arrepentiría de haberle dicho de esa forma tan cruel sabiendo que no está en posición de ataque.

-Todo estará bien cariño, lo juro- Besé su frente y ella se recostó.

Un silencio nos envolvió, el sonido de los carros era lo único que se escuchaba a la distancia. La noche se volvió un poco mas obscura de lo común, ella estaba ahí, pero al mismo tiempo no lo estaba; su mirada perdida y un poco cansada indicaba miles de cosas 

Luego de un rato el sueño me venció, desperté un par de horas después, eran las 4 AM, Ash no se encontraba en la habitación, la ropa que traía puesta estaba en el suelo, me levante un poco preocupada, su celular no estaba ni el casco que usaba para andar en moto, lo demás estaba intacto, no habría tocado nada. En la mesita de noche había una nota:

"Cariño, nos vemos en la escuela, debía de ir a dar un paseo. Te quería invitar pero te veías tan linda dormida, así que preferí no molestar, te amo mucho, no lo olvides.

Atte: Ash"

Al menos antes de irse me había avisado, pensé en llamarla mas sin embargo no quería molestar, sabía que tan aturdida y confundida estaba.

*POV de Ash*

Eran las 4 AM y estaba junto con Mat en alguna parte de la ciudad escuchando My chemical romance y consumiendo drogas que me hicieran olvidar por un momento lo que estaba pasando, estaba atenta a la siguiente llamada del hospital avisándome que mi padre había fallecido, por una extraña razón mis hermanos no se había enterado hasta que les llame para avisarles todo lo que pasaba.  

-Sabes- Dijo Mat mientras forjaba un maldito porro -La vida es una mierda, pero, seguimos vivos y no se el por qué-  Suspiro y sacó un encendedor de la mochila. -Mi vida es una mierda Ash- Encendió el porro- Pero lo hare por todos los que no pudieron e intentaron cambiar- Él trataba de sonar animado, aún que, no lo estaba.

Era verdad el hecho de que su vida estaba transformándose en una verdadera mierda, se descuidaba bastante y se había metido en un tipo de "relación" toxica, la cual, lo estaba consumiendo, ya no quería que él siguiera ahí, no lo merecía.

-No habrá mas arcoíris ni estaremos buscando el final de ellos- Tomé una navaja y comencé a hacer líneas de cocaína sobre mi libreta. -Toda está mierda son solo ilusiones, son tan solidos a primera vista, pero cuando los intentamos tocar. -Enrolle un billete para consumir esa mierda blanca. -No están ahí en realidad, no hay a que aferrarse, te llaman la maldita atención y al final te llevan a un trance- Inhalé  algunas líneas.

-Yo solo quiero salir de está mierda, quiero dejar de depender de esto, Ash ayúdame- Volteo a verme desesperado.

No sabía como ayudarlo, yo estaba entrando al mismo mundo donde el estaba, era mi mejor amigo, pero por primera vez y literalmente, nos hundiríamos juntos.

Estuvimos ahí una hora más, por fin tomamos un poco de conciencia de lo que hacíamos, así que nos dirigimos a su casa, la moto no era un medio de transporte seguro tomando en cuenta que las drogas aún tenían efecto sobre nosotros, pero era el único. 

Llegamos a su casa después de una hora, tuve un poco de precaución manejando, al igual, no quería que Kira se quedase soltera. 

Nos bañamos y pusimos otra ropa, tratamos de vernos como si estuviéramos muy consientes de lo que sucedía, no era así, mas sin embargo lo intentábamos. Nos fuimos a la escuela en su carro, era lo mas seguro para no salir heridos. 

Al llegar noté que Kira ya estaba ahí junto a sus amigas, no quise molestar debido que se veía muy feliz, así que fui con mis amigos a platicar un rato. Al llegar todos notaron que nuestro estado era el mejor, aún teníamos los ojos rojos y estábamos un poco perdidos de lo que pasaba a nuestro al rededor, no le dieron mucha importancia pero tampoco lo dejaron pasar de largo.

Entramos al salón y recibí una llamada del hospital, era un hecho que mi padre estaba muerto; ya no quería llorar y ni si quiera podía hacerlo, era algo inútil. Solo tomé asiento y recargue mi cabeza en la butaca, no quería saber nada de nadie, ni si quiera de mi misma.

-Qué pasa?- Escuché la dulce voz de mi chica.

-Ya está hecho..- Me limité a decir.

-Lo siento tanto cariño- Se acerco un poco a mí.

Me levanté de la butaca y me aferré a ella, Kira solo acaricio mi cabello tratando de calmarme.

Al llegar el maestro tomé asiento, me pregunto amablemente que sucedía a lo que yo conteste que nada, todo estaba bien, el solo asintió con duda e inicio la clase. No me levanté de mi asiento todo lo que resto de la clase, ni si quiera para ir a almorzar algo, me sentía débil pero no quería comer. Kira salió con sus amigas a desayunar, y eso estaba bien, no quería que me viera de esa manera, no estaba dispuesta a eso. Mat  y Ale fueron los únicos que permanecieron conmigo.

Al terminar las clases recibí una llamada, el código del número pertenecía a otro estado en el cual vivamos antes. Contesté con miedo.. No quería que fuese ella, no debía de ser ella.