NEITHER WITH YOU NOR WITHOUT YOU

TE NECESITO

HOSPITAL SAN ANGEL INN

Los pasillos del hospital se encontraban aparentemente en calma, al menos por ése momento, solo se escuchaba el ruido de las máquinas y el abrir y cerrar de puertas.

Tocó el turno a Juliana de estar despierta al pendiente de cualquier información de Valentína, Lupita había bajado a la cafetería, por lo tanto Santy estaba durmiendo un poco.

La ansiedad de Juliana por ver a Valentína se intensificaba cada vez más, la adrenalina por hacer algo prohibido le recorría el cuerpo, espero a que el médico pasará a hacer su ronda de revisión, cuando por fin lo vió salir, lentamente se acercó a la puerta del pasillo que la conduciría a la habitación de Valentína, sabía que erá una imprudencia, pero aún así se arriesgaría, no podía más con la angustia de no ver a Valentína.

Sin pensarlo mas se adentro al pasillo, rápidamente ubicó con la mirada el contenedor de los aditamentos sanitarios que debía colocar sobre su ropa, sin perder un solo segundo, colocó bata, cubrebocas etc.

Enseguida busco el número de habitación de Valentína, corrió hacia allí, y lentamente abrió la puerta, el llanto no se hizo esperar, su corazón se rompió en mil pedazos al ver el estado de Valentína, aún llorando amargamente se acercó a ella, nada le importaba más que sentir su piel, sentir su calor, escuchar su respiración, rozó suavemente con sus labios su mejilla, apenas si tocandola para no lastimarla aún más, (éso erá imposible, claro está) acercó su boca al oído de Val y le susurro con el nudo en la garganta.

--- Te necesito Valentína, te necesito conmigo, te amo, te amo mi amor, quiero estar para siempre contigo, no tardes en despertar, te lo suplico ---

Cómo si de una película se tratara, el monitor que media los signos vitales de Valentína registro el ritmo cardíaco acelerado de la niña.

Juliana se asustó cuando vió entrar de prisa al médico acompañado de una enfermera, al notar su presencia le pidió enérgicamente que saliera de la habitación.

El sonido del monitor cada vez se escuchaba más de prisa, la enfermera siguió las indicaciones del médico, para estabilizar el ritmo cardíaco de Valentína.

Juliana salió de la habitación, pero no sé retiró de la puerta, ahí permaneció algunos minutos, hasta que salieron el médico y la enfermera de ahí.

DR : Señorita, retirese a la sala de espera por favor, no puede estar aquí, el estado de la paciente es delicado, espere el momento indicado para poder verla, por favor.

La vulnerabilidad de la adolescente, enternecio al médico, suavemente la tomó por el brazo y salió con ella hacia la sala de espera.

Ahí ya estába Lupita, que al no ver a Juls, imaginó que quizá se encontraba en el baño, se impresionó al verla salir acompañada por el médico.

LUPITA : ¡Juli! ¿Que hiciste?

DR. : La señorita ingresó a la habitación sin autorización, por el momento no hubo mayor problema, solo una alteración en el ritmo cardíaco de la paciente, pero nada de gravedad, ya la estabilizamos.
Cómo médico no debería decir estás cosas, pero... quizá la paciente se emocionó con la presencia de su niña.
Por el momento debemos evitar cualquier cosa que la altere.

LUPITA : ¡Gracias doctor y siento mucho que mi hija haya cometido ésa imprudencia!
¡No volverá a suceder!

DR. : Por favor, esperen la autorización para poder entrar a ver a la paciente.