Prólogo

25 7 1
                                    

Oscuridad total, caminaba por una especie de pasillo, en su totalidad oscuro y sin luz al final, me siento andando por un camino muerto sin salida alguna. No recuerdo bien si esto ya lo e visto, lo que si me es familiar es este frío que tocando mi piel. No hay signo de luz por ningún lado, se que es un pasillo porque escucho goteos hacer eco, este ambiente no me daba miedo ni me causaba nada.

Sólo no entiendo que hago aquí, hasta que una única luz se enciende, sobre esta se sitúa una persona que conozco muy bien y me hubiera gustado mucho ver crecer, aún me destroza ver a mi hermana menor ahí, con ese vestido hasta sus rodillas, ese tamaño pequeño de niña de 12 años, su pelo castaño oscuro y esos ojazos negros, era tan bella.

Mi rostro al ver su imagen mostró tristeza y añoranza, la extrañaba tanto, su expresión era igual a la mía, mi hermana hermosa, no se como ahora la estoy viendo pero es bueno, aunque su cara sea triste con sólo verla me da fuerzas para seguir adelante, porque se que jamás ella volverá a sonreír.

Su luz se apagó desapareciendo de mi vista su cuerpo, cosa que hizo presente mi notable seriedad y brotando gran frialdad de mis ojos grises. Un gran trueno cayó acompañado de un rayo haciendo que comience una fuerte lluvia, pero ni el estruendo ni el clima me sorprendieron más bien permanecí quieto.

Mi frívola templanza fue rota por la voz suave de ella (Hermano).

Abrí mis ojos como platos y comencé a mirar a todos lados buscando de donde provenía la voz de ella, la escuché una (Hermano) dos (Hermano) tres (Hermano no...) Me giré donde vi esa escena que tanto mi maldita y desquiciada cabeza me repetía.

Pero no se porque era menos fuerte, mi hermana agarrada por alguien que no conozco, una persona completamente oscura, apuntando con un arma a la cabeza de Kali, ya estaba en shock, otra vez no.

Nunca voy a superar ese momento aunque hayan pasado ya 6 años - ¡Mátala! - Ese grito enojado de alguien desconocido hizo eco en mi cabeza haciendo que esta solo doliera mucho, poniendo mis manos en mi frente y cerrando los ojos instantaneamente.

Luego de abrirlos enseguida para vigilar a la chica, veo el nervio de quien está agarrando a mi hermana (No Porfavor) dije en mi mente. Escuché el sonido de como el gatillo se iba accionando poco a poco, como si estuviera amplificado con audífonos en mis oídos y...(No No no no nooo) repetí varias y sonó aquel disparo.

Mi niña cayó al suelo con una bala en la cabeza, sólo 12 años y ya está cruzando el otro mundo, mis ojos impactados y traumados, y mi boca abierta mostrando lo que tanto dolor y desequilibrio mental me causaba ver esta escena una y otra vez.

(Dolor, rabia, ira, desesperación, pánico y sobre todo impotencia) Era lo que sentía entre mas emociones y sentimientos negativos, las lágrimas me rondaron las mejillas sin previo aviso, y como si fuera poco, el sonido de un auto se hizo presente detrás de mi levantando mi mirada, sin dejar de tener mis ojos llorosos muy abiertos pero mi boca se cerró.

Escuché el grito de una mujer y autoseguidamente el choque. Con mucho miedo y lentitud miré hacia atrás y la vi, mi madre tumbada en el suelo en un charco carmesí, mi protectora muerta y aquel auto lleno de sangre en su guardafango.

El grito de mi madre y de mi hermana tan desgarrador me invadieron haciendo que vuelva abrir mis ojos y mis pupilas se achiquen, mostrando que estaba en mi habitación, en una madrugada lluviosa.

Mis manos estaban en mi cara y al tocarme, sentí la humedad en mis mejillas, mi respiración era todo un desastre, y agarré las sábanas apretándolas con muchísima fuerza.

Me decidí a levantarme, me puse un pantalón negro con bolsillos arriba y en la parte posterior de los tobillos y unas chanclas de dedos libres, no me puse pulover así dejé mostrar mis músculos definidos pero no tan amplios, trabajados para un chico de 21 años. Aunque estaba muy lejos de ser normal.

Tomé mi colgante en la mesita de noche junto un cigarrillo, me puse el collar camino a la cocina y encendí con la fosforera que por suerte encontré en uno de los bolsillos. Al llegar busqué en el refri algo para tomar y saqué una jarra de cristal con jugo de mango.

Me serví en un vaso mientras le daba una calada a mi cigarro, y luego solté el humo después aspirar. Fui al comedor y sobre la mesa me apoyé con mis manos mientras vi la lluvia caer por una de las enormes ventanas de la mansión en la que estaba.

Terminé el jugo en un solo trago, y miré el colgante y luego el tatuaje del lado del corazón de mi pecho, decía "Sister♡Mom". Las 2 mujeres que me hacen moverme en esta vida de mierda, miré mi reflejo en el cristal mientras fumaba. Admiré cada una de las marcas de mi cuerpo que recorrían todo mi pecho cuello y brazo derecho.

Mi mirada de posó en mis ojos reflejados en el vidrio, mostrando la frialdad y el odio que contenía dentro de mi, y la sed de venganza.

(Juro que te voy a encontrar y te voy a matar por ser el causante de mi pudrición y el final de la vida de mi madre y mi hermana)

Este fue mi pensamiento y al terminar de pronunciarlo un estruendoso relámpago cayó...

Fin del capítulo

Continuará

ANION I Mente EncerradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora