CAP. 3 ¿POR QUÉ A MÍ?

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Narra Sky

- Ay querido, te dije que tienes que estar calmado, puede que te dé algo si sigues así -Me miró con pena y quitó la venda-

-¿Quieres que esté tranquilo... CUANDO TENGO QUE ACOSTARME CON UN DEMONIO? SIN MÍ CONCENTIMIENTO -Volvió a colocarme la venda en la boca-

-Mejor dejemos eso en tu linda boquita -Sonrió sarcástico-

-Señor, le daremos un tiempo para que se acostumbre a nuestro hogar, primero queremos que tenga una buena impresión antes de llevar a cabo nuestra ceremonia -Dijo tranquilamente la albina-

-(¿Buena impresión? Sí claro, se llevaron la peor de las primeras impresiones...) -giré los ojos-

-Hmm... Bien, denle una ropa cómoda que sea de su gusto, por favor -Se dirigió a la puerta, abrió un gran abanico de plumas blancas agitandolo y desapareció en un parpadeo-

-Bien, ahora qué ya conociste a nuestro jefe -se acercó a mí, quitó la venda y me tomó de la mano para levantarme del suelo- Tendremos que hacer lo que él nos dijo -Sonrió el ojos miel-

-Solo tráiganme algo de ropa decente... -Tapé mi cuerpo-

-Que pena... Y a mí que me gustaba verte así -Me abrazó por la cintura desde atrás-

-Oye ¿Qué es lo que haces maldito viejo asqueroso? -majé fuertemente su pie y se alejó inmediatamente de mí-

-Oye eso dolió... -Se hizo el dolido pero después sonrió- Bien, te traeré algo de vestir, vámonos Astartea -Miró a la albina y se fueron los dos-

[...]

Me quedé solo un buen rato, me recosté en un sillón de esos alargados que había por ahí, era de color rojo y dorado como la mayoría de cosas en la habitación, también había una mesa con algunos postres, tenía hambre pero lo sabía lo que tenían adentro esas cosas, esperé y esperé, tal vez 1 hora después llegaron con un tipo de bata blanca o algo así.

-¿Qué es eso? -Los miré serio-

-Es la única ropa que vas a encontrar decente aquí -Sonrió-

-Ni loco voy a usar eso, voy a parecer que acabo de salir de bañarme -Chasqué mi lengua-

-¿Quieres usar eso o parecer prostituta? -Le arrebaté esa cosa de las manos-

-Dame eso y lárguense de aquí -Empecé desvestir me lento esperando a que se fueran de ahí-

-Vámonos Astartea, deja que el novio se cambie sus prendas -Rió sarcástico y se fueron los dos de nuevo-

Me cambié rápido, la verdad no era más cómodo de lo que pensaba, solo se veía parte de mi pecho, aunque desearía tener pantalones.
Justo cuando pensé eso, un pantalón blanco, holgado, con un cinturón negro, una camisa corta, blanca, holgada que debaja ver un poco mi pecho, aparecieron en mí, de verdad eran hermosos.

-¿Ya acabaste? -Entró Azael por la puerta con la misma sonrisa- Te ves muy bien con ese traje

-¿Cómo es que pasó de ser eso a esto? -Miré varias partes del traje, me quedaba como si fuera diseñado justo para mí-

-Oye, deja de modelarme así

-No te estoy modelando, estoy preguntándote ¿Por qué esa cosa de antes se hizo de repente esto?

-Es solo una tela que se ajusta de acuerdo a lo que quieres, hay de varios colores, te traje una blanca porque creo que es el que te queda mejor

- Ah... Gracias, supongo

-Bien, ahora ¿Vas a quedarte aquí o quieres ir afuera?

-Pues afuera creo que muchos van a querer acostarse conmigo solo por ser "la novia" o lo que sea -me crucé de brazos con el ceño fruncido-

-Tranquilo, nadie aquí te conoce además de nosotros, aunque mucha gente te haya visto cuando saliste corriendo con ese vestido, seguro pensaron que eras una prosti -La albina tapó su boca-

-El señor Azael quiere decir que aún no te hemos presentado a los habitantes de este lugar, así que nadie sabe que tú eres la nueva novia, te pudieron haber confundido con alguien cualquiera -Seria, quitó la mano de la boca de Azael y se acercó a mí-

-Entiendo, pero, cuando me presenten ¿Estaré obligado a tener sexo con un demonio?

-No hasta que desidas, te daremos 4 meses para que puedas acostumbrarte a este lugar y a nuestra gente, Azael y yo estaremos cuidándote de cualquier cosa que pueda incomodarte

-Bueno... Supongo que esto es mejor que estar huyendo de la Policía -Me dirigí a la puerta- ¿Sólo tengo que tener sexo una vez con solo uno de ellos verdad?

-Así es señor Azael -Se dirigió a la puerta conmigo y la abrió- Pero debe saber que aquí hay demonios que no van a tomar su forma humana para hacerlo con usted, tampoco controlarán su fuerza para no hacerte daño, podrías quedar inválido de por vida o morir del dolor

Valla, eso no suena mejor que pasar una condena en la cárcel.

-Emm... Creo que es mejor que me quede aquí un rato antes de que me presenten -reí nervioso-

-Bueno, Sky, yo me quedaré un rato contigo -Azael se sentó en el mismo sillón donde yo estaba sentado antes-

-Hasta luego -Se dirigió a la puerta y fue cerrando la poco a poco- Y Sky.. Una última cosa -Antes de cerrar por completo la puerta dijo suavemente- Azael es un demonio de primera clase, tenga cuidado -Por fin cerró la puerta y se fue-

-¿Qué..? -Lo volví a ver un poco temeroso- ¿Primera clase? -Recorde las palabras que dijeron antes "Tienes que acostarte con un demonio de primera clase", mi piel se puso igual que una gallina-

-Así es, como escuchaste -Posó su brazo en el respaldo del sillón, puso su cabeza sobre él y sonrió con satisfacción- Soy un demonio de primera clase

Esto se va a poner feo, muy feo en realidad...

𝐒𝐮𝐞𝐧̃𝐨𝐬, 𝐄𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬 𝐂𝐨𝐥𝐨𝐫 𝐏𝐥𝐚𝐭𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora