ᗒDEJARLO IRᗕ

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Tres semanas después

Tres estúpidas semanas en las que Jungkook ha estado evitando a YoonGi, luego de esa noche había desaparecido de su vida tan rápido y fugaz como había llegado a ella.

Lo miró, se encontraba con un alfa, Park  Jimin, aunque bajo su percepción el chico no tenía madera de alfa, él se la pasaba detrás del omega, a YoonGi lo sacaba de quicio que fuera tan insistente sin dejarlo respirar ni un minuto, pero nunca hacía ni pensaba hacer algo al respecto, primero porque no tenía el derecho y segundo porque no había ninguna razón.

Solamente quería disculparse con el omega por herir sus sentimientos, nada demás, pero Jungkook parecía haber perdido cualquier interés de acercarse a él, y no lo culpaba, le parecía lo más razonable.

-Hyung, creo que se le está saliendo algo de baba-la voz de Taehyung  hizo al mayor voltear, desviando su vista de aquel lugar.

- ¿Qué? -El mayor tocó cerca de sus labios pero no había nada y esto provocó la risa del menor y por lo tanto el bebé en sus brazos también rió.

-Mira a Jungkook como si fuera lo más hermoso ¿Verdad mi amor?-le habló al niño entre sus brazos.

-Mm-contestó el pequeño felizmente y Taehyung llenó su carita de besos, su hijo era su adoración.

Taehyung fué un omega muy maltratado desde el principio de su joven vida, vivió de refugio en refugio, por un tiempo se dedicaba a robar para poder comer, y a los dieciséis años fué abusado por un alfa desgraciado quedando en cinta, a pesar de ser un adolescente desdichado y de no tener siquiera hogar cuidó de su cachorrito con su vida, allí es donde entraba Jin, este era dueño de una librería y sin dudar y mucho le dió un techo donde vivir y comida a cambio de trabajo así pudo sobrevivir un tiempo y lo demás es historia, él pudo salir adelante, poco después encontró un buen alfa que lo amaba y respetaba.

-Hyung ¿Le gusta kooki ?

-¿"Kooki "? - pregunta el alfa.

-Si bueno, él y yo somos algo así como amigos; ahora responda mi pregunta.

-No, no me gusta-contestó con seguridad.

-¿No le parece lindo siquiera? - pregunta abriendo el envase donde estaba la comida del cachorrito.

-Hermoso-respondió sin siquiera mantenerle fija la mirada a Kim.

- ¡Hyung le gusta! ¿Por qué no acepta a su omega? ¡El destino hará lo demás! - pregunta risueño el menor, a él le encantaban las historias de amor, y más cuando se trataba sobre destinados.

-Mi omega murió respondió con aire frío.

Él la verdad no se entendía a si mismo, su lobo rogaba para que luchara por jeon Jungkook , pero su parte humana siempre le recordaba Jisung, su Jisung. Lo sabía, tenía que dejarlo descansar en paz, pero le dolía dejar todas esas memorias atrás y reemplazar sy al que pensó el amor de su vida.