POV Wanda.
-¿¡Yelena!?- Abrí los ojos como platos cuando me encontré a mi cuñada parada frente a la puerta de mi casa al volver del trabajo.
Yelena se dio vuelta y soltó un suspiro.
-¡Gracias al cielo! Estaba comenzando a pensar que me había equivocado de dirección.- Luego, súbitamente, me rodeó con sus brazos y me estrechó con fuerza. Inmediatamente le devolví el apretón, a pesar de que todavía seguía paralizada.
-¿Qué haces aquí? ¿Te envió Natasha?
Ella sonrió mientras se inclinaba sobre el coche de Lena y acariciaba las mejillas de mi hija con suavidad.
-¿Cómo está la sobrina más preciosa de todas?- Preguntó con una aguda vocecita, y me respondió sin dejar de sonreírle a Lena.- No, Natasha no me envió. Quería saber cómo estabas, y digamos que New York no es el lugar más seguro del mundo para nosotras en este momento.
-¿Por qué no?
-Entremos, te lo contaré todo.
Yelena se apresuró a tomar el coche de Lena mientras yo abría la puerta de mi casa con rapidez, e ingresó detrás de mí, mirando todo con ojo crítico.
-Pequeño, pero lindo.
-Natasha casi me asesina cuando vio la habitación del hotel en la que estaba viviendo, y alquiló este lugar. Me encanta.- Respondí, comenzando a sentir la felicidad de tener a mi cuñada y mejor amiga frente a mí.- ¿Cómo estás tú? Te he extrañado, hobbit.
Yelena soltó una risita mientras cargaba a Lena en sus brazos y me seguía hacia la cocina.
-Lo sé, yo también te he extrañado a ti. No podía creerlo cuando Natasha me contó que te habías ido.
Torcí el gesto, y Yelena se instaló en un taburete en la cocina mientras me veía preparar dos tazas de café.
-Estaba furiosa conmigo.
-Estaba destrozada. Créeme, Wanda, no te quiero hacer sentir mal, ni mucho menos, pero nunca había visto a mi hermana así. Estaba decidida a tomar el coche y salir a buscarte, a donde sea, pero la convencí de que debía pensar con racionalidad. Inmediatamente envió a los espías a buscarte.
-Fue fácil encontrarme.
-Bastante, sí. Creo que fue por las amenazas de Natasha en caso de que no te encontrarán.- Me estremecí. Sí, podía imaginármela.- Estaba como loca, tirando las cosas de los estantes y realmente pensé que se quedaría calva si seguía tirándose el cabello de esa forma.- Yelena sacudió la cabeza. -La tienes a tus pies, chica, y nunca pensé que le diría eso a nadie.
Me mordí el labio mientras dejaba una taza de café frente a ella, y le daba un sorbo a la mía.
-No quería lastimarla, Yelena, sólo... hacerla entrar en razón.
-Y créeme que lo hiciste. Eres mi heroína, Wandis.
Rodé los ojos mientras soltaba una risita.
-Fue, definitivamente, la decisión más difícil de mi vida.
-Puedo imaginarlo. La amas tanto como ella te ama a ti, ¿Verdad?
-Lo hago.- Asentí, mientras observaba el líquido oscuro dentro de la taza.
-Sabes que lo están haciendo por nosotras, ¿No?
-¿Hacer qué?
-Salirse de la mafia.
-¿Tony también se está saliendo?
-Claro que sí, y lo amo todavía más por eso.
-¿Por qué New York es peligroso para nosotros ahora?
ESTÁS LEYENDO
Mía; ScarletWidow
FanfictionSecuela de 'Suya'. Natasha tiene a su hija y al amor de su vida junto a ella. Nada puede andar mal... ¿O sí? En la mafia, los problemas no son algo que se ausenten por mucho tiempo, y cuando ciertas realidades golpean duro a la pareja, ¿Podrán sobre...