POV Wanda.
Yelena sollozó una vez más sobre mi hombro, y yo la estreché más entre mis brazos, dejando que un par de lágrimas también se deslizaran por mis mejillas.
-Él estará bien, ya lo verás.
Otro sollozo. Miré a Clint desde el asiento trasero del coche, y él, desde el asiento del conductor, me miró con los ojos muy abiertos.
Estaba nervioso, y yo también lo estaba.
Estar aparcados detrás de la casa de Gaspar no era lo más seguro que podía hacerse, pero no pensaba largarme hasta que Tony y la terca de mi mujer aparecieran por aquel camino de tierra que guiaba al jardín trasero de Gaspar.
Yelena sollozó otra vez, y yo sentí un nudo cada vez más grande formándose en mi estómago.
¿Por qué no aparecían de una vez y nos largábamos de allí? ¿Estaría bien Tony? Por favor, que lo esté.
Lo único que deseaba en aquel momento era verlos aparecer y poder por fin buscar a mi niña de vuelta y comenzar nuestra vida de nuevo. Una vida normal.
Treinta minutos más pasaron, y Clint miraba el espejo retrovisor casi con espanto. Yelena temblaba en mis brazos y yo lloraba silenciosamente. De tristeza, enfado, e impotencia.
-¡Allí!
Los tres ocupantes del coche nos giramos con tanta brusquedad que Yelena consiguió de alguna manera golpearse la cabeza contra el techo del auto, pero ni siquiera se inmutó, y soltó un gritito de alegría cuando identificó a las dos personas que venían corriendo hacia el coche.
Natasha y Tony.
Inmediatamente, la rubia se lanzó a la puerta del auto, pero la sostuve por el brazo.
-Espera.- Con un dedo señalé detrás de nuestras parejas.
En las sombras de la noche, otras dos figuras venían corriendo detrás gritando improperios.
-¡Arranca el coche, Clint!- Clint obedeció de inmediato, Tony abrió la puerta del asiento trasero y se lanzó dentro del coche, al mismo tiempo que Natasha se lanzaba en el asiento del acompañante.
-¡Sal de aquí, ahora!- Exclamó Natasha, y el coche salió corriendo de allí, levantando una nube de tierra detrás nuestro.
Me dejé caer sobre el asiento, respirando hondo por primera vez en mucho tieqmpo, y sonreí al ver a Yelena y Tony abrazándose con fuerza al lado mío.
Miré hacia adelante, fijando mi vista en la nuca de Natasha, delante de mí.
Cómo hubiera deseado que me abrazara muy fuerte entre sus brazos en aquel momento, que me dijera cuánto me amaba y que me asegurara que todo estaría bien ahora. Justo lo que Tony estaba haciendo con Yelena. Todo lo contrario a lo que ella había hecho.
Una nueva oleada de rabia me recorrió por completo, y como si la hubiera llamado, Natasha se giró y me miró por encima del hombro.
No pude interpretar su mirada, así que desvíe la mía y me concentré en la ventanilla, deseando con todas mis fuerzas que no notara la lágrima que se deslizó por mi mejilla derecha.
***
Media hora más tarde, Clint aparcó frente a la casa de Tony y Yelena, y se marchó a su hogar.
-¿Se quedarán aquí?
-No, iremos a buscar a Lena ahora mismo.
-Natasha, deben estar cansada.
-¿Tú estás cansada?- Por primera vez desde que salimos de allí, Natasha se dirigió a mí, y yo negué levemente con la cabeza, sin siquiera mirarla.- Ya ven, iremos por Lena ahora, ¿Me prestas tu coche?

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Mía; ScarletWidow
FanfictionSecuela de 'Suya'. Natasha tiene a su hija y al amor de su vida junto a ella. Nada puede andar mal... ¿O sí? En la mafia, los problemas no son algo que se ausenten por mucho tiempo, y cuando ciertas realidades golpean duro a la pareja, ¿Podrán sobre...