Mi Primer y Ultimo Amor |Zarry| (Resubida)

✿ Capitulo 15 ✿

Al terminar el partido los chicos se despidieron y se marcharon a sus respectivos hogares. El sol ya se estaba escondiendo y lo único que iluminaba aquella oscura tarde de verano era el brillo de las tres lunas, luciérnagas y hadas de sal que merodeaban por todo el reino. El moreno, que aún cojeaba, caminaba animadamente al lado de Harry con la energía típica que invade al cuerpo después de un suceso adrenalínico. Sus voces y risas resonaban por todo el bosque mientras se dirigían a la casa del mayor.

— ¿Pero en serio viste como hice ese gol al último minuto? —gritó el ojimiel alzando ambos brazos en el aire — ¿Viste el rostro de los chicos del otro equipo? —preguntó riendo descontroladamente.

—¡Sí! —respondió Harry carcajeandose —Estaban todos muy enojados, fue muy genial. —Zayn también rió negando con la cabeza. Su negro cabello estaba semi humedo por el sudor que ya comenzaba a secarse al recibir el frio viento que anunicaba la llegada de la noche. Se había quitado la sudadera que llevaba para quedar solo en una camiseta blanca y delgada. Cuando se le acabaron las ganas de reír miró de reojo al pequeño que caminaba a su lado y colocó una mano amistosa en su hombro, apretandole suavemente.

—Gracias por venir y acompañarme, en serio. —agradeció sonriendo tímidamente.

—No es nada —simplificó modestamente el ojiverde, pateando una piedra que se encontraba en el camino para esconder su nerviosismo —Lo que sea por verte...

Zayn sonrió mordiendo su propia mejilla por dentro por las sensaciones que aquella corta frase provocó en él. Era la primera vez que alguien le ponía tan nervioso, de algún modo logró ignorar el temblor de sus dedos y la mano que tenía en el hombro del menor la deslizó por su brazo hasta tocar con sus dedos los del contrario. Harry no pareció reaccionar ante el gesto pero cuando el moreno intentó entrelazar sus dedos fue cuando se alejó de él rotundamente. Como si su toque le hubiera quemado o causado algún tipo de dolor insoportable.

—Nos pueden ver las hadas de sal... —fue todo lo que dijo y el hijo del fuego no necesitó ni cinco segundos para entender a lo que se refería Harry. Fue como recibir un balde de agua fría, una aguja que reventó la linda burbuja que encerraba a ambos y los protegía del mundo exterior.

Tenían que ser discretos, los árboles y arbustos tenían ojos en aquel reino selarutan y eso los transforma en seres completamente expuestos. No podía olvidar que para el resto del reino ellos estaban enfermos y, por sobre todo, eran criminales pues estaban infringiendo la ley. Todo lo que hizo el desganado pelinegro fue mirar al suelo y responder con un tímido "Tienes razón".

Después de unos minutos caminando por el bosque lograron llegar a la casa de Zayn. La estructura que siempre acostumbraba a estar iluminada y llena de vida estaba inusualmente oscura, como si sólo una débil lámpara estuviera encendida en su interior. El dueño de casa tocó la puerta con sus nudillos un par de veces esperando que su madre abriera pero a pesar de esperar varios segundos ella no lo hizo.

—Nunca creí que usaría las llaves —rió sacando de su bolsillo el pequeño objeto de metal color plata que su madre le había entregado hace ya varios meses— Debe estar ocupada leyendo en el patio trasero o alimentando a las aves— comentó mientras encajaba la llave en la manilla de la puerta. Al abrirla se encontró con su hogar deshabitado y con un papelito blanco en el suelo que llamó su atención. Extrañado y con el ceño fruncido lo tomó entre sus manos para leerlo con rapidez.

— ¿Pasó algo malo? —preguntó su amigo cerrando la puerta y lanzando ambas mochilas al sofá más cercano que había. Zayn negó con la cabeza curvando su boca restándole importancia a la situación.

—¡Nah! Fue a recoger unas lanas a la casa de la señora Larsson—le mostró el papel para que leyera con sus propios ojos. Los verdes de Harry recorrieron el papel con curiosidad: —La tinta no está seca aún, se debe haber marchado hace algunos minutos nada más... —dejó de hablar tan pronto como sintió los brazos de Harry abrazarle por la cintura.