‹ 𝘞𝘩𝘺 𝘋𝘰𝘯'𝘵 𝘠𝘰𝘶 𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘔𝘦? ૪ *

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𝗖𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝗧𝘄𝗼

El lugar era frio, no sabia exactamente en donde estaba, si era de día o de noche, solo sabía que estaba en un departamento, el lugar que le pertenecía a Sano Manjiro, no había ventanas, tenía un pie encadenado, estaba sentado en una cama malograda, Manjiro de seguro estaba en sus estudios, no sabía como había terminado a ese punto...no era tan amigo de Manjiro, siempre tenía un perfil bajo y hablaban poco, como es que se termino obsesionado así de él?

Cualquiera que lo conociera sabía que era una persona amable y de fisico débil, pero mente fuerte, le gustaba tener amigos, era una persona sociable, pero a la vez ingenua, no sabía con quien hablaba o se juntaba, era demasiado puro e inocente para darse cuenta que tipo personas y con qué intenciones se les acercaba

Pero ahora, Hanagaki no se iba a rendir, iba a salir si o si, sin importar qué, no pensaba vivir ahí, él siempre fue reconocido por tener un espíritu de lucha enorme, y ese momento no iba a ser la excepción, no iba permitirle a Sano volverlo a tocar, de por sí ya se sentía sucio, si lograba salir, dudaba poder ver de nuevo a sus amigos directo a la cara, pero no iba a dejar que esos malos pensamientos lo carcomieran, iba a salir.....

Pobre Hanagaki, no sabe en lo que se está metiendo....

Estaba tratando de idear un plan para quitarle la llave la cual es de la cadena que estaba en su pie y le impedía cualquier movimiento y si no lo lograba, buscaría otra forma, pero de que salía, salía

Buscaba por el lugar algún objeto que fuera de utilidad para abrir la cadena. Hasta que lo encontro, un pequeño broche, lo suficiente para que sirva como llave para su libertad

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Lo había logrado...pudo abrir el candado de su pie. Al levantarse se cayó, tanto tiempo sentado le había hecho mal, cuando se volvio a levantar, corrio hacia la puerta.....al abrirla se encontro con una sala, al parecer Manjiro lo había encerrado en su zotano, pero sin pensar más corrio hacia la salida.....hacia su libertad.

Cuando habrio la puerta se encontro con Sano, este al verlo fruncio el ceño y lo empujó, haciendole caer sentado

__A donde pensabas ir?, querias escaparte?

Dijo Manjiro agachandose, este acto hizo que el pelinegro por instinto se hiciera para atrás, algo que le disgusto por completo al ojioscuros.Manjiro lo agarro de sus caballos y lo empezo a arrastrar de nuevo al zotano, lo solto haciendolo caer por las escaleras del zotano.

Luego de eso los gritos desgarradores y el sonido de huesos rompiendose no se hicieron esperar, cualquiera que viviera cerca de ahí diría que son los sonidos más pertubadores que han escuchado