OO8.

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—Así que mi plan funcionó totalmente —escuchó que JiMin alardeaba mientras seguía hablando por teléfono. NamJoon le dio un trago a su lata de refresco, fingiendo no prestarle atención a su conversación—. Oh, ¿en serio hizo eso? ¡Pues es genial! significa que ya no te sientes incómodo, ¿verdad? —la otra persona habló por un largo rato, y la expresión contenta de JiMin se borró—. Pero… yo creí que…¡¿Cómo se supone que estés dudando después de que le metiste los…?! Sí. Sí, lo siento —se interrumpió, tomando un par de respiraciones para relajarse—. Escucha, de verdad creo que la solución es hablar ¿de acuerdo? Siéntate y conversa con él un rato sobre lo que te molesta —silencio por treinta segundos— ¡No entiendo cómo se supone que mis consejos sean mejor que simplemente tomar el asunto en tus propias manos!

NamJoon sonrío divertido, cambiando de canal, ya que tanto rato estuvo hablando JiMin que el episodio de la serie que ambos estaban viendo terminó. Optó por dejar uno de esos programas de cocina que solían ver cuando visitaban a su mamá, pero le bajo el volumen para seguir escuchando la discusión que tenía JiMin por celular.

—…sigo diciendo que no puedo ayudarte con eso. Es mejor que solo se lo cuentes y busquen ambos cómo remediarlo —estaba tan angustiado que incluso se sobaba la cien, vaya—. No, no. No es que me haya cansado de ayudarte, pero… —una pausa, JiMin puso expresión alarmada— ¡Ya, ya! Está bien, te ayudaré. Demonios… Te hablo mañana en la universidad. Adiós, saludos a tu hermano.

Por fin colgó. Dejó salir un gran resoplido cansado para después dejarse caer sobre el sillón y, por ende, encima de NamJoon sacándole un quejido.

—O-Oye, eso dolió.

—Juro que siento como si hubiera envejecido diez años —habló JiMin contra su cuello, haciendo que sintiera ligeras cosquillas—. Lidiar con los problemas de otras personas hace que me sienta el doble de responsable que cuando lidio con los míos.

Perplejo, NamJoon le acarició la espalda baja, tratando de aliviar toda tensión que se acumulaba en sus músculos.

—¿Por qué estas lidiando con los problemas se otras persona?

—Bueno, no estrictamente estoy lidiando con sus problemas, pero me ha pedido tantos consejos que empiezo a sentir como si el asunto fuera mío —se separó para poner las manos sobre el pecho de NamJoon y reposar su barbilla ahí. Tenía un ligero puchero que lo hacía ver adorable—. No quiero abandonarlo porque sé que es un tema delicado y nuevo para él, así que no tengo de otra más que ayudarlo.

«Bueno, es en cierta parte parecido a lo que yo estoy haciendo con YoonGi, aunque no es como si me sintiera realmente preocupado por eso».

—¿Exactamente a quién estés ayudando, bebé? —inquirió, sin poder evitar sentir curiosidad por la situación.

JiMin lo miró a los ojos antes de decir: —A HoSeok, todavía se siente preocupado por toda la cosa se su noviazgo con YoonGi. Por cierto ¿Él no te ha dicho nada?

NamJoon parpadeó impresionado antes de sentir como una carcajada subía por su garganta, saliendo sin más remedio. JiMin frunció el ceño cuando duró un largo rato riéndose prácticamente en su cara, como si hubiera dicho algo gracioso. No lo había hecho, lo que se le hizo tan divertido es que todo fuera demasiado obvio y estúpido.

—Ah, definitivamente deberíamos pasar más tiempo con esos dos —comentó NamJoon entre risas.

JiMin lo miro sin entender todavía.

—¿Y si me explicas qué es tan gracioso? —consultó, a lo que NamJoon asintió con la cabeza, tratando de obtener el control sobre las carcajadas.

Clases para ser Gay © YoonSeok [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora