❥ ℰres mi presa (InoTan)

❥𝒾nstinto +⑱

Ya habían pasado dos meses desde que habían dado a conocer a todos que estaban en una relación, a Tanjiro le costó un poco explicarle algunas cosas en las que el jabalí tenía dudas, incluso no sabía lo que era una pareja, la mejor manera que encontró para explicarle fue decirle que solo sería suyo, que estarían juntos por el amor que sentían y que nada los iba a separar, pero el azabache Inmediatamente los comparó con parejas de jabalís y otros animales cuando buscaban compañeros de vida, aquello le agrado a Inosuke por lo que inmediatamente le pidió a Tanjiro que fuera su pareja, obviamente el acepto, pero esperaba que la propuesta fuera de otra manera, un poco más romántica.

Estaba consiente que Inosuke no era así, de cualquier manera podía sentir todo su amor con el resto de sus acciones, iban a misiones y el jabalí lo protegía más de la cuenta, solía recoger cosas del bosque, entre ellas flores muy bellas y se las llevaba, además solía darle una parte de su comida todos los días, no podía negarlo, Inosuke estaba muy enamorado de él, y lo mejor era que ambos se correspondían.

Cuando estaban en la finca se les podía ver jugando, parecía que Inosuke era muy rudo con Tanjiro, siempre estaba lanzándose sobre él o si estaba distraído lo sorprendía y tiraba al piso, para ellos ya era algo normal, después de todo era un jugueteo común, Inosuke cazando a su presa, eso lo hacía feliz.

Pocas veces hacían alguna escena amorosa frente a otros para evitar incomodarlos y no sentirse observados, se lo guardaban para cuando estaban solos en el bosque o su habitación, incluso Zenitsu tuvo que pedir otro lugar para dormir por encontrarse incómodo al verlos besándose algunas noches incluso se llevaba la caja de Nezuko con él, no quería exponerla a tales actos obscenos como el los describía, solo estaban una habitación separados pero por su buen oído podía escucharles.

En realidad nunca habían hecho algo que pasara más allá de los besos, solo en una ocasión Inosuke había mordido el cuello de Tanjiro, lo que le hizo soltar un pequeño gemido, posiblemente fue lo que escucho Zenitsu y empezó a juzgarlos por hacer cosas indebidas en un lugar donde todos podrían escucharles, por su parte Inosuke no entendía nada y no quiso preguntar o volver a hacer aquello, se había sentido muy extraño al escuchar aquel sonido, si deseaba volver a escucharle pero ¿Y si era algo malo? ¿O si Tanjiro se molestaba?, Quería evitar hacerle daño. Cada vez que pensaba en eso sentía raro su cuerpo, el calor lo invadía y se hacía notorio un bulto en su entrepierna, agradecía que nadie se percataba de eso pero era algo incómodo para él y a lo que no encontraba lógica.

-Inosuke – habló Tanjiro sin obtener respuesta – Inosuke... – tomo su mano y la apretó ligeramente, sacando al azabache de sus pensamientos - ¿Te encuentras bien? – no estaba preocupado, pero si extrañado de que el Jabalí se quedará quieto por 5 minutos seguidos.

-Yo...si – le sonrió, soltó un suspiro un poco pesado y se recostó en el césped mirando al cielo, inmediatamente Tanjiro se acostó a su lado, abrazándose a él.

-Sabes que puedes preguntarme las dudas que tengas, ¿no? –Sabía que el jabalí tenía algo en su cabeza debido a lo tranquilo que se encontraba, miró fijamente a Inosuke, quien posó su mirada esmeralda sobre él, con una de sus manos acarició su cabeza.

- Lo sé – y no mentía, pero, ¿cómo podría preguntarle sobre eso?, ¿Diciéndole simplemente que un calor extraño lo invadía últimamente cuando estaban juntos?, Le parecía vergonzoso, simplemente se puso sobre el Kamado y le dio un pequeño beso, quería simplemente que se olvidará del tema. Tanjiro lo entendió de inmediato y decidió dejar de preguntar, sabía que en algún momento de alguna u otra manera se lo haría saber.

- Me gusta estar así, aquí contigo - desde que había sucedido todo era costumbre en ellos ir casi todas las noches a ver las estrellas a ese lago secreto. Con sus manos volvió a atraer el rostro de Inosuke para besarle, primero con calma, pero después él mismo fue quien decidió profundizar el beso, sus lenguas jugaban entre ellas mezclando sus sabores, era algo que disfrutaba definitivamente más de la cuenta, al igual que Inosuke quien comenzaba a tener ese problema nuevamente con su cuerpo.