Las brasas de un nosotros que dejamos pendiente.

Brasa 18

Hemos ignorado lo que sentimos desde aquella tarde.

Nos hemos necesitado y extrañado, pero creo que yo más de lo que tú harás jamás.

Ahora te necesito más que antes.

Te he escrito muchas cartas, ahí digo que te extraño y explico cuánto duele el no verte.

Si bien, es cierto que solo te envié pocas de esas cartas, es seguro que las hayas ignorado como cualquier volante publicitario que te dan en la calle.

Te mencioné que me iría y no lo sabrías, que por fin escribiría mi carta de despedida y cuando la leyeras, sería demasiado tarde.

El día llegó, finalmente escribo la carta del adiós.

Le di tiempo al tiempo, esperé hasta que ya no pude más, y entonces decidí decirte adiós, tomo la ruta sin regreso que me lleva a ser feliz... sin ti.