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El día siguiente, viernes

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El día siguiente, viernes. ____ tenía todos los músculos entumecidos, sus ojeras más notorias y la piel más pálida de lo normal.
No había podido dormir en casi toda la noche, solo una hora y media ya que su padre llegó ebrio y comenzó a gritarle a ella, a su madre y claro, también comenzó a romper cosas.

Así que ahí se encontraba, frente a la puerta con su mochila en hombro pensando dos veces en sí entrar o darse vuelta atrás e irse de ahí con un justificante.
—Buenos días —Sebastián le toca el hombro haciendo que la mayor diese un salto de la impresión —. ____, ¿sucede algo? —la mirada preocupada de su mejor amigo le hace volver a la realidad.
Se había asustado con aquel gesto, pensando en que llegaría otro golpe, ella ya estaba cansado de todo eso.
—Para nada Sebas—le sonríe ____, sus pómulos le duelen —, vamos, entremos.
—Pero ____ —HoSeok no pudo decirle algo más, pues la mayor ya se encontraba adentro reteniendo la respiración.
Su corazón comenzó a latir demasiado rápido al notar la mirada del profesor sobre ella. La sorpresa en sus ojos le hacían sentir pequeña, al parecer el maquillaje no cubría todo como ella pensaba.
Con pasos largos llegó a su asiento intentando mantener ocupada su mente y evitar todas aquellas miradas.

Sebastián no le habló ya que entendía el comportamiento de su mejor amiga por lo cual decidió darle su espacio.
—Hoy haremos algo diferente —el profesor Aidan se paseaba por toda el aula dando indicaciones y puntos de vista al grupo —, quiero que se entregue un informe la siguiente clase.
Aidan le había puesto a leer un poema a ____ para que comprenda la lectura y escribiese una redacción sobre el cual le llame la atención.
El profesor dirigía su vista a su estudiante Kim ____, no podía apartar sus ojos de esa chica y eso lo tenía confuso pues jamás había sentido una atracción tan fuerte por alguien así.
Y eso podría ser un problema muy grande para él. Pero su sistema le pedía romper todas las reglas, el uso de razón no aplicaba cuando su mente solo mantenía la imagen de esa chica sonriente.
—Aquí está profesor —pero aque lla chica frente a él no era la de hace unos días, no había visto su sonrisa en todo el día.
Ese día gris. Ese día estresante. Aidan tenía la necesidad de calmar su estrés y ansiedad con aquella sonrisa de corazón con esa mirada tierna. Pero al parecer ese día sería diferente.
—Toma asiento. Te llamaré cuando termine de revisar —la chica asiente para seguir las indicaciones de Aidan.
En otras circunstancias él estaría complacido de ver aquella actitud sumisa y de obediencia, sin embargo, la chica frente a él no es la misma de hace unos días.
Toma un suspiro para calificar aquel trabajo con una pequeña sonrisa. Al parecer, aún estando de esa manera puede entender perfectamente aquel problema.
Aidan estaba cumpliendo con enseñarle otras materias, pero enfocándose más en la Literatura.
—Kim —le llama Aidan extendiendo aquella libreta mirando las hojas en su escritorio acomodando sus anteojos.
Cuando llegó por su libreta, una sonrisa de satisfacción llenó su rostro, Aidan apreció aquello en silencio intentando no ser tan obvio frente a los demás estudiantes que se mantenían ocupados.
—Gracias profesor Aidan —____ apretó su libreta en su pecho.

—Es tu esfuerzo el que debes agradecer —expresó seriamente poniendo sus manos sobre su mentón aburrido —. Por cierto, esta tarde vendrás a mi casa por los extras, ¿no? —_____abrió los ojos sorprendida.

Sin embargo, asintió rápidamente.
No podría soportar estar en su casa un día más, no cuando su padre se encontraba... Bastante sensible esos días, por lo cual prefiere evitarlo.
—Claro —afirmó mordiendo sus labios, sin saber lo que causaba en su profesor.
—De acuerdo, nos veremos en la salida —____ asintió para ir a su lugar esperando nuevas órdenes.

Unas horas, después se habían acabado los cursos. Todos los estudiantes se fueron rápidamente a sus hogares, pues ya es bastante tarde. Sebastián se despidió de _____ quien le sonrió en respuesta.
____ tomó su mochila para salir del salón y esperar a que su profesor saliera de ésta. Unos minutos después,Aidan  salió con su portafolio en manos haciéndole una señal a la menor para la siguiera.
— ¿Estás segura que quieres tomar los cursos extras? —preguntó dudoso Aidan con las llaves en mano, frente al auto.
_____realmente lo pensó. Realmente lo estaba pensando, pero entre más lo dudaba, más estaba segura con su decisión.
—Estoy segura—aquella respuesta fue suficiente para Aidan, abriendo la puerta del asiento del copiloto para que ____ entrase.

                     

Sería un interesante fin de semana.

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Gracias......

Clases con el profesor Aidan Gallagher -TERMINADO-  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora