Dejarte ir

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La razón le quería ganar , estaba consiente de que profanar el cuerpo de aquel ángel significaba hacerlo un ángel caído. Un ángel que pecaba , que cedía al deseo carnal .

Pero por otro lado ,espero tanto tiempo para que ambos pudiesen abrirse y eliminar todo tipo de malos entendidos , necesitaba hacerlo suyo, era su ángel, su sol, su todo.

Gemidos que intentaba callar, caricias a más no poder, mordidas incluso y besos por todas partes, es lo único que recordaba al despertar.

-¿Querido?- sorprendido por no sentirlo a su lado, se levantó rápidamente. Sabía que estaba desnudo y al sentarse, pudo notar el dolor inmenso en todo el cuerpo. La respuesta de ¿Por qué? Era sencillo, había hecho el amor con un demonio... Se puso frente al espejo completo y desplegó sus alas.

Conservaba el mismo color blanco, en ningún momento una pluma negra o algo que se le pareciese pudo mancharlas. ¿Que sucedió entonces ? Sabía que lo que hizo estaba mal, sabía que cedió a otro pecado , sin contar la gula que lo caracterizaba. Sabía que podría tener consecuencias... Pero ¿a quién le debía explicaciones? Ya no tenía un lado a quien darle salto y seña de lo que hacía o no, sólo estaban él y su Crowley.

-Crowley- cuando pensó en él, una pena lo invadió ¿Dónde es que estaba él? ¿Tuvo que irse de inmediato por alguna emergencia? O peor aún ¿Se sintió arrepentido por la mañana ? ¿Era acaso que ver su cuerpo desnudo le provocó asco y no tuvo más opción que irse?

-No...- murmuró - a él nunca le importo eso ¿Por qué tendría que importar ahora ?- se sentó en la cama nuevamente, estaba indeciso sobre si buscar al demonio , pero encontró una nota sobre la mesita de noche.

"Ángel:

Tengo unos asuntos que tratar y no se cuándo estaré libre. No te preocupes por mí, sabes mi número, pero no te aseguro poder verte en un buen tiempo.

Crowley"

-Perfecto- no estaba seguro si todo eso podría significar que en efecto, estaban jugando con él. Lo primero y único que le pedía y el demonio lo hizo - Seguro que... Es una equivocación- quería convencerse de que la mente sólo le hacía una mala jugada ¿Verdad?

Aun con todo su mundo echo un manojo de nervios, se dispuso a abrir su librería. Su día transcurrió de lo más normal, incluso se sentía algo aburrido . Ya que después del casi fin del mundo, las visitas de su pelirrojo predilecto se volvieron más frecuentes y su compañía le hacía mucha falta , aunque sólo hubiesen pasado unas pocas horas sin él.

Decidió por la noche salir a distraerse , recordó que una vez Crowley lo invito a cenar a un restaurante pequeño pero donde servían comida deliciosa. Por pura nostalgia eligió ese lugar para disfrutar de una agradable y dulce cena.

Cómo si el destino así lo quisiera, muy en el fondo, casi a oscuras pudo observar a su compañero . El corazón se le había vuelto loco y la emoción de verlo no le ayudaba mucho, pero un valde de agua helada pareció caerle encima cuando vio que en la misma mesa el hombre platicaba con una mujer ... Una mujer muy bella .

Intento no pensar de más y sentarse en un lugar donde no lo pudieran ver, así podría estar atento para observar los movimientos de aquel par, no es como si estuvieran en una cita ¿Cierto? Parecía que no, Azirafel observó como Crowley sólo le ponía atención y asentía mientras daba algunos sorbos a su taza, la mujer era la que hablaba y demasiado parecía. Sólo no escuchaba bien sobre que .

"Hogar" es lo único que pudo entender . Eso era algo curioso, pero no podía hacerse ideas tontas ¿Crowley formar un hogar? ¿Con quién? .

"Ella" le respondió una voz en su mente

Tan enamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora