ᴛʜᴇ ʙɪʀᴛʜᴅᴀʏ ᴄᴀᴘᴇʀ [ 𝐑𝐞𝐝𝐂𝐫𝐚𝐜𝐤𝐥𝐞 ] | 𝐶𝑎𝑟𝑚𝑒𝑛 𝑆𝑎𝑛𝑑𝑖𝑒𝑔𝑜

The Birthday Caper

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Él caminó hacia la salida de la ópera, despidiéndose del tipo que vendía las entradas, recibiendo de éste las mismas palabras que había estado escuchando durante todo el día.

- Oye Calloway, feliz cumpleaños.

- Gracias - Le dijo, para después salir del lugar.

¿Podría considerarse un tipo con suerte? Tal vez. Cumplía un año más, recobró su salud, tenía un buen hogar, recuperó su empleo e incluso consiguió varios nuevos amigos gracias a su carismática personalidad.

Tras la caída de V.I.L.E ya no estaba obligado a seguir como un criminal. Decidió entonces seguir un rumbo diferente.

Pero eso no implicaba que olvidaría el pasado.

Avanzó hasta alcanzar a las personas que esperaban, igual que él, a que el semáforo se pusiera en rojo, lo cual sucedió unos segundos después de que llegara. Cruzó la calle, deteniéndose en la parada de autobús.

Gray miró detrás suyo viendo como unos hombres quitaban de la enorme cartelera aquella publicidad de la obra "Carmen" -después de tantos meses de haberla exhibido- para reemplazarla por uno de los más recientes actos que se presentarían en la ópera.

El ánimo que traía consigo comenzó a desvanecerse y su rostro adquirió un triste semblante. Otra vez la recordó.

Ella se había vuelto casi tan indispensable para Graham como el mismo aire que respiraba. Suena lindo, pero nunca lo dijo en voz alta. El temor no era su impedimento, sino más bien el hecho de que ni él mismo se había dado cuenta de la importancia que le dio a la chica con el pasar del tiempo.

Ahora lo sabía, sin embargo ya era demasiado tarde. Ayudó a Carmen, pero después de dejarla caer a disposición de V.I.L.E, y él nunca se perdonaría por eso.

Se preguntaba con frecuencia cómo estaría ella. Seguramente bien, o al menos eso esperaba. No había recibido noticias suyas en mucho tiempo.

Pero estaba convencido de algo: Carmen no lo necesitaba.

Aunque él a ella sí.

Sus ojos se humedecieron, limpió las lágrimas que amenazaban con salir y pronto vio al autobús acercarse. Al abordar, tomó un asiento junto a la ventana, observando la transición de la tarde que le daba lugar a la noche. No tenía planes pese a la especial ocasión, y el recuerdo de la pelirroja sólo vino a quitarle las ganas de celebrar su cumpleaños de alguna manera.

Alguien se sentó a su lado, apartó entonces su mirada de la ventana. Era una joven rubia, probablemente de su misma edad. Del bolsillo de la chamarra sacó su cartera para guardar algo de dinero y volvió a meterla en el mismo lugar. Desde ese ángulo le sería muy fácil a Gray poder robársela, pero no lo haría.

No estaba abandonando su vida criminal debido a la derrota de
V.I.L.E, tampoco lo hacía por aquel llamado "nuevo comienzo". Era un ladrón, hasta la médula, sin embargo hasta ese modo de vivir al que estaba tan acostumbrado quedó opacado por aquella dama escarlata.

Ella era muy generosa. Demasiado, si se lo preguntabas. No perdía la oportunidad de ayudar a quien sea y era feliz haciendo nada más que el bien. Muy curioso el hecho de que fuera una ladrona también, aunque no sabía si considerarla así ya que la chica le daba un giro diferente al asunto, devolviendo las cosas en lugar de hurtarlas. Gray era todo lo contrario. Robaba sin importar a quien, como si de un juego se tratara. Era un gran contraste el de los dos y a pesar de esto, lograron por fin concordar en algo.