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Mis bocinas retumbaban con "No control" de one direccion, haciendo que el ritmo se apodrara de mi cuerpo moviéndolo a su gusto. Para otros, me muevo como si tuviera un demonio dentro intentando escapar de mi ser, pero para mí, al disfrutar la música me siento de las mejores bailarinas que pudieran haber existido.

Una voz ajena a mis pensamientos interrumpen mi filosofía musical llamándome a comer.

Bajo las escaleras de mi casa casi galopando, apoyándome en los barandales que se adornan con barras de metal semi dorado, dándole un toque un poco viejo. Al llegar al último escalón brinco para llegar al piso de madera que mi mamá escojio, ya que según ella, se veía más elegante. La última mencionada está en la cocina dándole un último toque de sal al pollo horneado recién salido del horno, con un olor a quemado pero con un toque de sabrosura inmensa.

Mi mamá voltea a verme, con la misma alegría que todos los días, para enseñarme con la mirada que esta vez se quemo menos el pollo, le doy mi aprobación con un pulgar arriba y sonriendo con la misma energía que ella irradia.

-si sigues así te vas a caer de boca- dijo al verme acercarme más

-almenos lo haré con dignidad- dije yo orgullosa mientras que ella me veía con rareza.

Desde que tengo memoria me comparan mucho con mi mamá. Dicen que soy un clon suyo, tanto en personalidad como en físico. Las dos somos de pelo café claro, de ojos marrones y un poco más chaparras de lo normal, ya que medimos lo mismo aunque yo tenga 16 y ella 37.

Ella es una persona bastante extrovertida, algo que no herede pero que sinceramente no quisiera. Hay veces que veo a mi mamá viendo fotos suyas de cuando iba de fiesta, viajaba con sus amigas y cumplía el sueño de casi todo adolescente y joven, pero en eso nací yo. Dice que haberme tenido fue una bendición ya que se dio cuenta que ya tenía que madurar, pero la verdad siento que lo dice para no hacerme sentir mal.

Recojo mi plato de la mesa y lo llevo a lavar para después irme a mi cuarto, mi mamá se queda en la cocina intentando un tutorial de pay de limón que vio en Internet.

Mi cuarto es como mi lugar especial, mi santuario. Aquí tengo todo lo que me hace feliz, mis pinturas, mi guitarra, mi laptop, en fin si pudiera vivir aquí lo haría.

El sonido de una notificación llega a mi celular, dándome a entender que me tengo un mensaje nuevo. Reviso la pantalla brillosa mientras me doy cuenta que el mensaje es de un número desconocido.

Curiosa abro el chat, para encontrarme con lo siguiente:

Número desconocido:

-Hola linda.

No sabía que pasaba pero tenia un poco de miedo y sospecha de que sabía quien era.

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Ola^^

Ammmm este es mi primer historia y agradecería que me apoyarán ajsjajjs no soy muy buena escribiendo pero lo estoy empezando a hacer por diversión :D

Bueno, después de introducirme, me despido<3

como mandar a volar a un hombre: la guia compactaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora