ɪ: Bɪᴇɴᴠᴇɴɪᴅᴏ ᴀʟ ɪɴғɪᴇʀɴᴏ.

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"ᴏ́ᴅɪᴀᴍᴇ ᴏ ᴀ́ᴍᴀᴍᴇ, ᴀᴍʙᴀs ᴇsᴛᴀɴ ᴀ ᴍɪ ғᴀᴠᴏʀ. sɪ ᴍᴇ ᴀᴍᴀs sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴠᴏʏ ᴀ ᴇsᴛᴀʀ ᴇɴ ᴛᴜ ᴄᴏʀᴀᴢᴏɴ; sɪ ᴍᴇ ᴏᴅɪᴀs, sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴠᴏʏ ᴀ ᴇsᴛᴀʀ ᴇɴ ᴛᴜ ᴍᴇɴᴛᴇ"

–𝘞𝘪𝘭𝘭𝘪𝘢𝘮 𝘚𝘩𝘢𝘬𝘦𝘴𝘱𝘦𝘢𝘳𝘦

  —Es increíble, es tan poderoso… desearía algún día poder conocer a Lucifer, estoy impresionado con él

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—Es increíble, es tan poderoso… desearía algún día poder conocer a Lucifer, estoy impresionado con él.

Ambos ángeles se encontraban sentados en lo alto del palacio santo, podiendo tener el privilegio de disfrutar la belleza del reino celestial desde lo alto, deleitándose de esos colores claros y brillantes, de ese aroma dulce y embriagador, de la bonita sensación de la brisa chocar con sus cuerpos, y de lo increíble que se veía la divinidad desde ahí.

—Nataniel, no puedes decir tantas barbaridades, ¿has enloquecido?. No puedo escucharte más, nada de lo que dices tiene sentido.—Haniel le decía con indignación, aterrorizado de las palabras de su amigo.

—Oh vamos, no puedes negarlo, a hecho cosas increíbles. Su poder es imaginable, a pesar de todo lo que sufrió… fue castigado cruelmente al fondo del abismo pero aún así tuvo el poder suficiente para renacer y crearse todo un nuevo imperio en el abismo, ¡En el abismo!, hasta ahora lo controla a su gusto, usando el abismo como deseé.—El Ángel hablaba con emoción, tratando que su amigo entre en razón y vea más allá de las nubes del reino celestial.

—Puede que sea increíblemente poderoso, pero él cayó al abismo en forma de castigo por ser malvado y querer acabar con su propio padre, no fue un acto de crueldad. Puede que Lucifer haya hecho sea asombroso, pero no puedes hablar de él con tanta adoración cuando esta claro que es la definición de maldad.—Le contestó poniendo un poco de ferocidad en su voz, para dejarle en claro al Ángel de cabellos rubios.

No podía enojarse con su amigo, aunque llegaba a frustrarse. No lograba entender porque aquel tierno y precioso Ángel era capaz de tener aquellos pensamientos tan oscuros y alocados. Sabía que Nataniel era el Ángel de la verdad y honestidad, siempre diría sus pensamientos en voz alta y sin remordimiento, pero escucharlo hablar de aquella manera lo hacía sentirse nervioso, si Dios se enterara de las palabras que se escapaban de la boca del dulce Ángel, tendría un viaje al infierno asegurado.

Exhaló observando la belleza de Nataniel, su piel igual que las nubes, blanca y suave, sus ojos brillantes y dulces como el cielo, y el cabello rubio ceniza caía como cascada sobre su frente. Lo encontraba hermoso, hasta el extremo de sentirse nervioso cuando se quedaba observándolo por mucho tiempo, como ahora, que los rodeaba aquella vibra rosada y brillante, algo parecido a lo que los humanos llaman atardecer pero en forma celestial, llenando su alma de paz y amor. El ambiente se veía y sentía romántico, y eso lo incomodaba.

—No lo sabes Haniel, nadie a contado la historia con exactitud. Solo sabemos que Lucifer fue malo y que Dios lo castigó por eso, No estamos seguros que Lucifer haya sido el villano, hay una laguna. No sabemos toda la historia.—Los ojos celestes de Nataniel se clavan sobre sus ojos con la misma intensidad que las palabras en su cabeza.

 Iɴ ᴛʜᴇ Dᴇᴠɪʟ's ᴀʀᴍs. || Lᴀʀʀʏ Sᴛʏʟɪɴsᴏɴ 🥀.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora