Una noche oscura, paseaba una señorita con los pies calzados, su vestido azul era como el mar que me llenaba cada día, su cabello negro se ocultaba con el cielo y sus ojos morados me miraban con ansian de lujuria . Cada noche que pasaba me hundía en el asiento, me convertía en el y una noche de Luna llena. Se olía un aroma dulce que me atraía a la ventana, mi fuerza me impedía mover y su cantar me hacía mover. Cuando abrí la ventana cada extremo de la habitación estaba llena con el aroma y su canto se escuchaba con claridad que mi corazón se llenaba de calidez. Señorita del vestido azul porque estás aquí. Sus ojos me intrigaron y cuando salí el aroma me llenaba de un sentimiento desconocido. Lo único que recuerdo de ella.
Cada noche se acercaba con otro aroma, otra noche mi amor florecía y otra noche mi felicidad crecía. El asiento estaba vacío, la ventana abierta, el paisaje florecia y los días aparecían. Señorita porque no te muestras. Los pasos suaves de sus pies se acercaban igual que mis pasos. Abrí la puerta con cuidado para verla. me acerqué y ella se encogía. La preciosa música apareció y sus ojos se llenaron de curiosidad. Como humildad me presenté y ella con su sonrisa me hizo saber de ella. Señorita azul porque apareces ahora y antes te fuiste. El sonido del violín nos hacía tranquilizar, ella se levantó, su mano se acercó igual que la mía, la habitación rebosaba de música. nuestros pies respondieron a esos sonidos, con gestos de dulzura hacia ella y yo de lujuria. Él sabía que no podía volver a verla pero aunque fuera un momento pudo decirle adiós a la persona que quiso amar. Porque señorita del vestido azul se quitó la vida por mi .
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Frases de la imaginación
De TodoFrases que nadie sabe que existen, porque nadie sabe de ellas