El sonido del despertador interrumpió mi sueño, era lunes y hoy empezaría mi primer día en la universidad. Me levante algo nerviosos y me dirigí a la ducha. Después de arreglarme por completo baje a desayunar encontrándome con un hermosos plato decorado de frutas y verduras.
-buen día mi universitario –él es mi hermano mayor Danel, es alto y esbelto con cabello rubio y ojos cafés. Es muy guapo, siempre lo he reconocido y además de eso, es mi única familia-.
-parece que ahora eres tú el que me cuida –dije burlón- no me digas que ya estas adoptando el complejo de madre de un universitario –agregue antes de probar mi desayuno- esto… esto… está muy delicioso –anuncie con una gran sonrisa-.
-seguro, pero no vayas a… lamer el plato –me lanzo una de esas miradas asesinas mientras yo lamia aquel pedazo de porcelana-.
-tarde, hermano –anuncie triunfante- ahora iré a lavar mis dientes, recuerda dar le de comer al perro.
-lo olvidaba… -murmuro-
-¿dijiste algo?
-no nada –sonrió nervioso-.
Ya estábamos por salir a mi nueva universidad, mire por la ventanilla y vi aquel jardín fuera de mi casa con vista al lago. Era completamente hermoso, la manera en como el sol de la mañana reflejaba el agua cristalina de aquel lago y como los arboles danzaban con aquella suave brisa a finales de verano. Me enredaba, me tomaba, me estremecía, era hermoso.
-¿listo? –Pregunto Danel interrumpiendo mis pensamientos-.
-listo –respondí con una gran sonrisa-
De camino a la universidad todo estuvo muy silencioso en el auto. Notaba como mi hermano en algunas oportunidades quitaba la vista del camino y me miraba preocupado. Al llegar a la universidad algo empezó a volar en mi estómago provocando cierto temblor y escalofrió en mí.
-no estés nervioso –dijo mi hermano ya habiendo bajado del auto- sabes, yo también estoy nervioso.
-¿ne-nervioso?, porque es-estas nervioso? –Pregunte mirándolo con curiosidad-
-porque… porque mi mayor amor ya empezara la univer…-no termino la frase y me abrazo fuertemente mientras yo correspondía el abrazo-.
-ya puedes soltarme… -susurre- nos están mirando….
-este me soltó para después acomodarse el traje- claro jajaja, bueno… espero no tengas problemas e intenta hacer buenos amigos y no te juntes con gente extraña, no acompañes a nadie extraño, no aceptes ninguna clase de alimento ni caramelos, no vayas a casa sin llamarme y por ultimo no te enamores que me darían celos –me miro serio-.
-si, si, si claro y tú no olvides que hoy tienes junta y era a las 8 am y ya son las 7:40 –lo mire divertido, este se despidió con un beso en mi frente y se fue tan rápido como pudo en su auto-
Me adentre en aquel edificio universitario para buscar el número de sala que me tocaba, sin dudar me perdí en medio de aquella multitud de personas llenas de hormonas. Intente preguntar varias veces pero solo me ignoraban o decían que eran nuevos, hasta que un sonido familiar me tranquilizo por completo. Mi móvil sonaba con aquella canción “lovers in japan” de coldplay.
-Felipe, ¡gracias a Dios! –Dije agradecido-.
-ese es mi nombre –respondió burlón-
-¿Dónde estás?, estoy perdido.
-espera que tienes un letrero en tu espalda.
-¿mi espalda? –pregunte extrañado-
Al voltear me topé con la dulce mirada de aquel chico tan genial que tenía como amigo, note que en su mano había un letrero que al parecer estaba en mi espalda. Seguro algún bromista idiota lo pego mientras me removía entre la multitud de hormonas, cuando volvía a mirar al chico me lleve una gran impresión quedando totalmente paralizado.
Nuestros rostros ahora estaban muy cerca, nuestros labios a pocos centímetros y me miraba con cierto ápice de travesura y Solo pude decir una cosa.
-¡idiota! – Le di un pequeño golpe con mis dedos en su nariz- por un momento pensé que me besarías –me cruce de brazos ignorando al chico que sobaba su nariz con desesperación-.
-eso duele sabes –este tenía la nariz roja como un tomate y los ojos brillosos de las ganas de llorar-
-tks…–chasquee- eso es para que no vulvas a hacer eso –me excuse triunfante-
-lo lamento, ven vamos a nuestra sala –me tomo del brazo y me llevo hasta la sala que nos tocaba-
Si, nos tocaba. Los dos estaríamos en la misma sala. Éramos amantes del arte desde muy pequeños, su familia eran amigos de mis padres y socios, mis padres dirigían la constructora de mi abuelo que ahora dirige mi hermano. Era imposible que no me gustara tanto el arte, mi madre era pintora y mi padre arquitecto, mi hermano diseñador de interiores y mi abuelo un gran amante de muchos pintores. Así que Felipe león y yo siempre estuvimos envueltos en ese mundo del arte.
-aquí te sentaras tú y acá yo –menciono pipe dentro de la sala de clases-.
-con que juntos… ¿seguro no había nadie aquí? –pregunte sabiendo que mi amigo siempre hacia locuras con tal de estar junto a mí-
-¡jah!, aquel chico estaba aquí pero se movió sin problema –señalo a un chico bajo, de piel clara y cabello rojo sentado a pocos metros de mi-.
-iré a disculparme por ti –le lance una mirada asesina para que se quedara justo en su asiento-.
Me acerque al chico y cuando lo pude visualizar mejor, note el color de sus ojos verdes y también sus nervios.
-hola soy jhaspear Valentine –le estire mi mano como muestra de saludo-
-ho-hola … -respondió nervioso-.
-me vengo a disculpar por mi amigo, aquel de allí –lo apunte con el mentón- está algo mal de la cabeza así que disculpa si te trato mal o te ha dicho algo enfermizo.
-gracias… -respondió cabizbajo-
-¿Cómo te llamas?.
-ma-mateo…
-lindo nombre –dije sonriendo y este me miro y también sonrió como agradecimiento-
Quien sabe que le habrá hecho el loco que tengo como amigo, es una desgracia la mente de ese chico sádico y pervertido.
-y dime mateo, ¿Qué edad tienes?.
-tengo quince…
-estas muy joven –respondí a su edad sorprendido- yo tengo diecisiete y mi amigo dieciocho... pero su cerebro es de un niño de 7 –reí por lo bajo- ¿quieres acompañarnos?, hay un asiento libre junto a nosotros.
-está bien –respondió con una gran sonrisa y me acompaño a mi asiento, al parecer se le habían espantado los nervios igual que a mí-.
Después de presentar a Felipe con mateo nos sentamos para que después entrara un profesor y el resto faltante de alumnos, el día fue genial. Socializamos nuestros gustos artísticos e intercambiamos números. El profesor nos entregó unos libros que nos ayudarían por el resto del año a desarrollar nuestros trabajos, mateo y Felipe se llevaron bien a mi parecer, hasta puedo decir que pipe le miraba demasiado y sonreía como idiota cuando el pequeño le miraba o sonreía por algún comentario de este … demasiado bien se llevaron digo.
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no tengo experiencia en esto DDDD,: espero os guste ..... esta algo cortito.
gracias por leer n.n y les agradeceria tocar la estrellita ;DDDDDDD
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Mis Tres Deseos
Storie d'amorela vida de jhaspear no siempre fue fácil... "nuestra vida puede cambiar en tan solo un instante" ¿quieres saber mas?, ¿por que no la lees y me dices que tal? -basada en hecho reales y ficción-