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Capítulo 3: Promesas
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- Gracias por venir Señor Arashi – El director de la escuela se inclina hacia atrás en su silla, ambas manos sobre su regazo - ¿Puedo llamarlo Kazuhiko?-
Del otro lado del escritorio hay un hombre sentado, llegando a sus treinta y largos años, de pelo corto enmarañado y castaño, barba de unos días igual de desarreglada y una mirada bastante despreocupada, despatarrado en la silla como si estuviera esperando el autobús en una esquina de la ciudad – No – Dice – No puede –
- Ya – Incómodo el hombre mayor se rasca la barbilla y luego deja de reclinarse para parecer más serio ante el hombre que claramente no quiere estar allí - ¿Sabe por qué lo hemos llamado?-
- Por la mirada que me ha lanzado mi sobrina al entrar en la escuela – Kazuhiko se encoje de hombros – Nada bueno –
- Nada bueno, exactamente –
- Grandioso –
La charla sigue, más que charla, el director habla y habla sobre los diversos problemas en las bajas notas de Sana, su falta de atención, aunque sus notas no son sobresalientes son lo suficiente para pasar, pero ese no es el problema que los ha juntado hoy. Kazu se distrae por momentos y mira al reloj, la habitación alrededor, su propio reloj y alguna otra cosa que pueda decir la hora.
La reunión lleva bastante tiempo, para Kazuhiko bastante tiempo son alrededor de veinte minutos en un establecimiento escolar, contempló saltar por la ventana varias veces estando allí.
Sana por su lado está fuera de la escuela, sentada en uno de los escalones para salir de allí, no falta mucho para salir y ella debería estar en clase, sin embargo usó esta visita como excusa con su maestra y ahora mismo está relajándose esperando que su tío termine.
Su uniforme, el cual dice odiar por tener que usar una falda, no apreciará mucho que ella apoye su espalda en el escalón de atrás, pero ella no puede hacer que le importe ni un poco.
La chica de 14 años apenas presta atención a varios muchachos y muchachas saliendo una vez que toca el timbre para ir a su casa, algunos corren, algunos caminan, hay un aire de alegría alrededor de ella que si capta su atención. No pasa mucho tiempo, menos de cinco minutos, antes de que se despeje la entrada del lugar y solo queden unos últimos chiquillos conversando entre ellos.
Eventualmente ella mira hacia abajo, su mochila sobre su regazo y su única mano sobre esta, su piel tostada muestra algunas marcas no muy buenas, pero antes de reflexionar sobre qué hacer con ellas escucha la conocida voz de su tío cuando este sale del edificio.
- Vaya, al fin, creí que el viejo director te había comido –
- No, Sana, no me comió –
Ella se para y camina unos pasos antes de que Kazu voltee para mirarla.
- ¿Sabías que su Quirk lo deja comer sólidos y escupirlos como acido?- Menciona Sana torciendo la cabeza, suena como una enciclopedia parlante, puede ver a su tío apenas sonriendo por el comentario y ella sonríe también - ¡Ah! ¡Reíste! Ya me salvé –
- No estoy enojado –
- Por supuesto que no lo estás, nunca lo estas –
Kazuhiko se encoge de hombros y se da la vuelta para comenzar el camino de vuelta a su trabajo en el taller – Golpeaste a dos chicos, sola, y con un brazo menos que ellos – Él hace una pausa para dejar que ese comentario pase – Diría que estoy orgulloso –
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Legacy
FanficSana Arashi lo ha perdido casi todo en un fatal ataque, ahora se aferra a la esperanza que algún día será una gran heroína profesional justo como su padre. Tendrá que superar su invalidez, la sensación de ser diferente, su quirk, las debilidades de...