Siempre tengo en mente una de las frases más iconica de mi diseñadora favorita, Coco Chanel, "Una mujer debe ser dos cosas: quien ella quiera y lo que ella quiera". Y por esa misma razón voy a ser quien haga caer a todos estos malditos, que se creen...
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"Una vez que nos cansamos de buscar aprobación, nos damos cuenta de que es más fácil ganarse el respeto." -Gloria Steinem
Holiwi corazones de melocotón, en la multimedia se pueden dar una idea de cómo sería el vestido de Francesca, tqm✨
Un dolor pusante en mi cabeza es lo primero que siento al despertar —¿Dónde estoy?
—Jefe, está con nosotras, tranquila.
—¿Qué me pasó? —sigo mareada, me imagino que debe de ser por... ¡LA PELEA!.
Trato de incorporarme de lo que parece ser el asiento trasero del auto de Lucía. Recordé que estaba peleando con la perra de Alessia cuando mi cansancio llegó al extremo de hacerme desvanecer.
Aunque algo demasiado extraño sucedió, no sé si fue mi imaginación o qué, ¿pero Carlo me salvó?.
—Jefe, jefe, jefe
El llamado de Angela me sacó del transe en el que me encontraba.
—¿Qué sucedió? —esta vez si logro incorporarme del todo en el asiento.
—No podría decirle con exactitud lo que me sucedió, solo que Carlo nos llamó para ir a recogerla.
—¡¿Qué?! —no puedo creer lo que me dicen, pero Angela lo confirma poniendo su mirada en el retrovisor.
No, es que esto es imposible, algo tiene planeado Carlo, él no da un punzada si antes habérselo pensado una y mil veces. Solo me ha de querer para que los libres de los otros mal nacidos de sus colegas, siempre le ha gustado ser el centro de atención.
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El trayecto hacia la casa fue un poco largo, muy largo para que me hayan dejado cerca del cementerio donde está mamá.
Al llegar a casa el primero que me recibe es Yerik —¿Cómo estás?
—Invicta y triunfante —me abrí paso adentro esquivando su cuerpo
—Francesca, no des un paso más —hice caso omiso a lo que me dictaminó.
—¡QUE NO TE MUEVAS TE DIJE! —un disparo se oyó luego de lo que me dijo.
—¡¿QUÉ TE PASA, INFELIZ?!
—Te dije que te detengas y no des un paso más
Volteo de manera amenazante y encaro a Yerik —Jodete.
Dicho esto él se acerca a mi y me quita mi bolso para revisarlo, lo que saca de ahí me deja desconcertada.
—¿Sabes que es esto?
—Un rastreador. —que estúpida fui al no darle cuenta de algo tan obvio.
—Guarda tus cosas más importantes, nos vamos a cambiar.
