AMOR PARALÍTICO (Fercha y Mariana)

Capítulo II

POV Mariana

Según lo que mi padre me había dicho horas después de haber contratado a la nueva especialista, que se quedaría con nosotros, algo que me extrañó un poco, ya que nadie se quedaba en nuestra casa porque eran especialistas locales.

Asimismo, me daba igual.

Al día siguiente

Apenas había abierto mis ojos cuando mi padre entró a la habitación alegando de que la chica estaba por llegar y tenia que prepararme y vestirme elegante para recibirle.

Papá: Bien - terminó colocarme perfume en el cuello - Te ves increíble - vio mi oufitt, era algo muy formal para una simple bienvenida

Mariana: Oh si, que increíble - dije con sarcasmo - serán tus socios los que vendrán a casa de casualidad?

Papá: No - arreglo mi cabello - Pero esta chica no es... - interrumpi

Mariana: Cualquier chica, lo sé - rodé los ojos - Pero no crees que te haz pasado? - negó - Es más que suficiente una camiseta, jomper... algo más casual, no crees?

Papá: No me convences - se sentó al lado derecho de la cama

Mariana: Dijiste que tenia 24 - asintió prestando mucha atención - ella me comprenderá y apuesto a que no le importa mi informalidad

Papá: De acuerdo - dijo rendido y levantándose - Pero lo haré porque me lo pides - abrio la puerta - Tu poder de convencimiento es muy lamentable

Mariana: Si, lo que digas - mire al techo

Minutos después

Papá: Y ahora? - movió el espejo mecánico frente a mi

Mariana: Esto papá, es la onda - señale mi cuerpo con los ojos - A esto me refiero con oufitt perrones, sabes? - levante la ceja

Papá: Oufitt perrones... - colocó su mano en la barbilla - que es ese vocabulario?

Mariana: No lo entenderías - iba a responder cuando llamaron a la puerta

Tocan el timbre

Papá: Debe ser ella - configuró mi silla de ruedas en modo asistente de voz - Puedes tu sola?

Mariana: Lo hago todo el tiempo - le vi - Ya sabes que hacer para presentarla

Papá: Me gustaría que cambiarás tu forma de saludar y recibir a las personas - dijo antes de salir

Mariana: Se cansará de esperar - dije sin verle - Ve a abrirle, quieres

Papá: Hablaremos de eso después - me apuntó con su índice

Mariana: Adiós

Esperé unos cuantos minutos en mi habitación. Para ese entonces ya estaba preparada en mi silla de ruedas y esperando a aquella chica.

Papá: Y aquí se encuentra ella. No le gustan las interrupciones. Ah, y siempre toca antes de entrar, eso le molesta - escuché que decía antes de entrar, rodé los ojos, era un exagerado

La puerta se abrió. Primero entró mi padre y detrás de él, la especialista.

Era un poco alta, blanca, cabello castaño un poco largo, vestía muy, muy informal, traía lentes puestos y un par de cosas en una maleta de mano.

Papá: Las presento - se colocó en medio de ambas - Ella es mi hija, Mariana - la chica me miró y yo a ella - Mariana ella es Fernanda Pacheco - ella sonrio, yo miré sus prendas