Capitulo 4

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Unos días después de haber tenido su desafortunado encuentro con la madre sultana, Bakugo se seguía negando a obedecer, por lo tanto causaba varios problemas dentro del harem.
Ningun empleado podía creer que existiera peor mujer que la rubia explosiva que siempre les causaba problemas, ni los castigos ni los gritos lograban hacer efecto en aquella singular mujer.

Nadie, más que una muchacha que encontraba muy interesante en donde los demás veían desorden. Ella era la encargada de las criadas, URARAKA una mujer con una lengua fina y rápida a pesar de su apariencia dulce y juguetona.

Ese día bakugo se negaba a limpiar junto a las otras, ella no era sirvienta de nadie, debido a eso comenzaron a amenazarla y tironear de sus trajes hasta que apareció ella, la "cara redonda" , Uraraka.

- se puede saber por qué hay tanta bulla aquí?

Uno de los criados de la puerta se le acercó.

-esta muchacha se niega a obedecernos, a las criadas se les dio la orden de limpiar todo el harem y ella es la única que sigue negándose.

-con que es eso eh? Tu, jovencita ven aquí.

-acaso soy un perro para que me llames de esa manera?

-no, pero te comportas como uno, deja de perder el tiempo y ven.

A regañadientes fue a su lado.

-que quieres?

-charlar contigo, las demás que miran?! Sigan trabajando en silencio!

Después de dar esa orden agarro su brazo y la llevó a un lugar más apartado.

- que crees que estás haciendo?

-así que me llamaste para darme un sermón eh? Pff, me largo.

-un momento- sin soltarla del brazo continuo hablando-sabes? Yo te creía mucho más inteligente

-pero que estas suponiendo?

-mira, tu quieres salir de aquí verdad?

-obviamente

-pues lamento decirte que eso nunca va a pasar, ya no eres libre, recuerda siempre que en este lugar solo eres una sirvienta más, y aqui hay reglas que debes seguir a no ser que no te importe tu vida. Pero te advierto algo, tu muerte no será nada pacífica.

-así que no me hiba a sermonear sino amenazarme. Me largo

-eh! Sabes, eh escuchado acerca de tu desafortunado intercado con la madre sultana, creí que eso te haría cambiar...pero, Ya veo que no fue así.

Bakugo se detuvo, en ese momento ya estaba sintiendo algo extraño detrás de cada palabra que esa mujer soltaba.

-de que mierda estas hablando?

-lenguaje! A lo que me refiero es que, creí que eso te haría recapacitar más, no quieres acaso... Enfrentar a los que te humillaron?

-callate!-se dio la vuelta y agarró la parte delantera de su vestido contra ella- tu que vas a saber de eso? Ya veras que eso pasará, haré que esa mujer me pida perdón de rodillas.

-entonces porque te comportas como una estúpida?

-eh?

Con fuerza ella también se safo de su agarré y habló mientras se arreglaba.

-que te comportas como una estúpida. Que planeas conseguir portandote de esa manera?
Tu primer día y ya habías causado graves problemas aquí e incluso te atreviste a enfrentar a la madre sultana. ... Puedo ver claramente que tu eres diferente al resto de criadas.

El sultán (Todobakufem) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora