EMMA
El día inicia como siempre, un millón de gritos de aquí para allá, logró distinguir la voz de Jasper,mi hermano menor, por tan solo 1 año, con tan solo 16 años es considerado el hijo perfecto, deportista, responsable, mejor promedio de su clase,sonrisa perfecta, lo escucho gritarle a mi madre por que se le hace tarde para irse a la prepa.
Se preguntarán el porqué no me apuró, si mi hermano ya se va y deberíamos irnos junto, simple para mis padres el vale demasiado la pena como para pisar una escuela pública, en mi caso piensan que gastar una suma exuberante de dinero en una escuela privada es un gasto innecesario.
Escucho el como mi hermana mayor le dice que ella lo puede llevar, Rebekah, la perfección hecha persona, inteligente, hermosa, con un trabajo estable, con un futuro brillante por delante, la hija modelo.
- sino quieres llegar tarde como siempre levántate ya, deberías intentar ser responsable en tu primer día- dice mi hermana entrando a mi habitación , dándome esa mirada burlona a la cual estoy acostumbrada.
-Bueno días a ti también , mis clases inician a la 8:00 y apenas son las 6:50 lo cual por si no te das cuenta es temprano- le digo cansada,¿ qué piensa?¿ Qué no tengo alarma ?
-Pues yo solo digo, Jasper siempre despierta 1 hora y media antes, tal vez deberías intentar ser tan responsable como él- demonios, no sé en que momento le pregunte que hacía Jasper.
-Gracias por la recomendación innecesaria- le digo con una falsa sonrisa, la veo salir rodando los ojos la escucho murmurar lo estúpida que soy.
Rebekah y la mayoría de mi familia tienen esa bella costumbre de recalcar que Jasper es mejor que yo en todo, y no exagero que saco 9 en un examen el saca 9.2, si cocino algo, él lo hace mejor, lo cual es estúpido ya que nunca toca ni un sartén.
Pero continuando con mi perfecto primer día de clases en mi último año de preparatoria.
Salgo ya lista lo bueno de estudiar en una escuela pública es que no uso un ridículo uniforme, entonces optó por usar un simple crop top rosa y un mom jean, acompañado de mis tenis preferidos.
Al bajar me encuentro con mi madre la cual solo hace un gesto de negación al ver lo que llevo puesto, siempre a odiado mi forma de vestir, cree que debería usar ropa más " decente y femenina ", lo cual es pura mentira y solo debería importarle que me siento cómoda en ella, a veces es difícil hablar con ella, aún más estando Rebekah cerca.
- ¿Asistiras a la escuela de esa forma?¿No te parece que ese top es demasiado corto? Una señorita no viste de esa forma.- me reclama, haciendo notar lo desagradable que le parece mi ropa.
-¿Y quién dijo que era una señorita?-me tenso al sentir a Rebekah a mis espaldas.
- Nadie te va a tomar enserio si te vistes de esa forma- empieza a sermonearme
-Que estupidez, si la gente sigue fijándose en cosas tontas como mi forma de vestir en lugar de en enseñar a sus hijos a respetar, no me extraña que el mundo siga yéndose al carajo - siempre me sale con las mismas tonterías, algo tan tonto como la forma de vestir no define cuanto respeto merezco.
Escucho un ruido de un claxon y se que se trata de Damián.
-Me voy, Damián ya está afuera, y no queremos llegar tarde- le digo mientras salgo corriendo al precioso Mustang clásico negro, el cual fue su regalo de cumpleaños al cumplir los 16.
Damián es mi mejor amigo desde hace 7 años, lo conocí en mi cumpleaños número 10, recuerdo ese día perfectamente.
Recuerdo que Rebekah y Jasper habían roto el único recuerdo que tenía de mi abuela, un precioso dije el cual mi bisabuela le había heredado, mi madre se enojó tanto que me gritó por horas, recuerdo haber salido corriendo al parque que había a unas cuadras de mi casa, no podía retener mi llanto, era mi cumpleaños tenía que estar feliz acompañada de mi familia, pero en lugar de eso estaba sentada sola en un parque llorando, mi llanto era tanto que no me di cuenta que alguien se había sentado junto a mi.
Un niño con el cabello negro, ojos azules y notable ceño fruncido.
-si sigues llorando te vas a caer- dijo hablando con una voz seria
-Eso no es cierto- pude alcanzar a decir antes de que el niño me empujara y terminara en el suelo.
-Te dije - dijo el burlándose de mi
Luego de pararme y volver a sentarme el estiro su mano en mi dirección.
- Soy Damián Johnson- dijo esperando que respondiera su saludo.
- Soy Emma Williams- le dije estrechando su mano.
Desde ese momento supe algo había cambiado, había hecho mi primer amigo, esperaba que durara para siempre.
- Si sigues apreciando lo guapo que soy vamos a llegar tarde- me dijo dándome esa mirada burlona que llevo soportando desde hace 7 años.
-Buenos días Dami- le saludo poniendo los ojos en blanco
-Buenos días Bonita- me contesta sonriendo, algo que no suele hacer mucho a menos que estemos solos.
Emprendemos el camino hasta la escuela, espero que este año sea bueno.
