(Capitulo 1.)La mejor caída de toda mi vida.

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Me despierto molesta por los chillidos de mi madre, como siempre gritandome para que me despierte cuando quiero dormir un poco más.

Le doy un beso de buenos días de mala gana y miro el día que hace, aprovecho que es sábado y me despierto más tarde de lo habitual, me encanta recibir el sol de las mañanas en mi cara y ver el buen día que hace.

Bajo y me hago de desayunar un vaso de leche no tenía muchas ganas de algo más. Desayunando me doy cuenta de que mi mejor amiga estuvo toda la noche mandándome mensajes pero yo no me enteré ya que dejé el móvil en silencio para que no me molesten mientras duermo.
Mensaje de Vanessa: Hola Laura, gracias por convencer a tu hermano te debo una muy grande.
Mensaje de Vanessa:Sigue en mi cama durmiendo como un tronco estará agotado.
Mensaje de Vanessa:Hola? bueno, mañana me llamas vale? besos preciosa.

Se me ha venido una imagen de mi mejor amiga y mi hermano. No me hago la idea que voy a tener que ser la cuñada de mi propia mejor amiga, a ver cuanto durarán no creo que mi hermano este preparado para tener relaciones largas, nunca ha conseguido tener una.

Me fui a dar una vuelta por la calle de Madrid a que me de un poco el sol, por la tarde iré a estudiar para el examen de bachiller estoy en 2° año y no me gustaría nada suspender la verdad.

Salí a la calle y fui a un parque cerca de mi casa, me puse los auriculares un poco de música y me olvidé del mundo, necesitaba hacerlo por un tiempo, me gusta relajarme de esta forma siento que no existo para nadie solo para mi misma y me olvido un rato de todo.

Después de un rato pensé en ir a dar una vuelta por las calles, unos minutos por las calles andando acabo en mis pensamientos,embobada caminando, derrepente choco con alguien y caigo al suelo.

—¡Lo siento mucho!— Me dice el chico. —No te preocupes fue mi culpa— Digo ruborizada.

El cicho era muy guapo, quizás demasiado, tenía el pelo revuelto de color negro, con ojos azules, era alto y se veía fuerte.

Me mira a los ojos al igual que yo y me ruborizo aún más. —Que tengas un buen día y lo siento por interrumpirte— Digo con una sonrisa tímida mirando a un lado.—Soy yo el que te tiene que pedir perdón y que tengas un buen día también, preciosa—

—¡Diego! ¡Vamos date prisa que vas a llegar tarde a tus clases y yo tampoco tengo todo el día!— dijo un hombre mayor al escuchar esto el joven me sonrió lo tomé como una despedida y se fue, su sonrisa era terriblemente perfecta al igual que sus hoyuelos.

Después del numerito fui a casa de Vanessa aunque no se ni yo para qué, creo que quería contarle lo que me acababa de pasar, me había olvidado completamente de mi hermano. De camino a su casa estuve recordando a ese chico, a sus terribles ojos azules, a su sonrisa con hoyuelos, a su boca diciendo la palabra "preciosa". Oh venga Laura deja de pensar en ese chico fue solo una casualidad no seas tan tonta.

Cuando logre llegar a casa de Vanessa sin volver a chocarme con alguien por mis pensamientos toque a la puerta. Me quede boquiabierta al ver a mi hermano abriendome la puerta con unos calzoncillos, me había olvidado por completo de él, joder.

—¿Hola?— me dijo cuando se dio cuenta que no dije nada.
—Hola idiota está Vanessa por ahí ¿verdad?— Le dije con una sonrisa forzada, como veréis mi relación con mi hermano no es demasiado buena.
—Sí, está dándose una ducha y gracias por lo de idiota, antipática — Me dijo con una sonrisa no muy amable.
—Gracias y de nada— le dije, entré y subí a su habitación.

Su casa era preciosa no era muy grande, de madera, me recordaba a las casitas de muñecas de cuando era pequeña, es hermosa.

Estuve en su cama esperando por un buen rato hasta que salió del cuarto de baño con los ojos llorosos intentado guardar sus lágrimas.

—¡¿Qué te pasa Vanessa?!— grité asustada y la abracé.

—No grites por favor, no quiero que Hector se entere— Dijo refiriéndose a mi hermano.

—Como te haya hecho algo juro que lo mato aunque sea mi hermano— dije demasiado enfadada.

—Solo... Solo... Estoy preocupada por si me quedo embarazada.— dijo en apenas un susurro forzándose para poder hablar mientras lloraba.

—¿P-P-Porque no utilizasteis precaución?— dije demasiado nerviosa.

—Sí... Pero se rompió...— dijo llorando aún más.

—Tranquila Vanessa alomejor no pasa nada, visita a un ginecólogo por si acaso, joder...—

Como se quede embarazada y mis padres se enteren o sus padres o quien sea, ella tiene una vida por delante tiene derecho a esperimentar a más chicos con relaciones amorosas hasta conseguir a quien ella vea oportuno, ahora tan joven va a echar su carrera a perder y estoy segura que si Hector se entera, la dejará de lado como un perro abandonado.

Después de un rato Vanessa se tranquiliza al igual que yo y Hector entra en la habitación.

—¿Que pasa aquí?— pregunta nervioso y preocupado.

Derrepente veo la mirada de Vanessa clavada en mis ojos ellos decían que yo no dijera nada de lo que acababa de pasar y tenía razón, no voy a decir nada que ella no quiera, no quiero que por mi culpa mi hermano eche a correr y la abandone, cuando esté preparada de decirlo que lo haga ella.

—Nada Hector solo se hizo daño en el pié cuando salió de la ducha pero está bien tranquilo— creo que es la primera vez que hablo bien a mi hermano hasta yo misma estoy extrañada.

—¿Vanessa estas bien cariño?— dice acercándose a ella.

—Sí, tranquilo no te preocupes—  dice mientras le da un beso en los labios.

Esto es demasiado repugnante no entiendo como puede estar Vanessa tan enamorada de mi hermano es demasiado asqueroso, esa escena me recordó mucho a Diego, sí, se llamaba Diego, creo que sus ojos azules me conquistaron. Por dios Laura no pienses en eso ahora, concentrate en la situación en la que estás.

—¿Vanessa cariño que quieres desayunar? necesitas comer algo después de nuestra noche necesitas reponer fuerzas.— dice con una sonrisa de oreja a oreja en el rostro. En este momento tengo ganas de ir al cuarto de baño a vomitar hasta quedarme sin estómago.

—Lo que tu quieras amor.— dice forzando una sonrisa, esta demasiado mal para hacer como si no hubiera pasado nada pero intenta animarse un poco, de todas formas ella no sabe si de verdad esta totalmente embarazada y en cualquier momento podría abortar.

Bajamos todos al salón, pero Vanessa va al cuarto de baño para lavarse la cara. Yo me senté en la mesa de madera oscura y al rato vi que Vanessa se sentó al lado mía con una sonrisa, me alegró bastante verla mejor.

Hector preparó unas tortitas que me sorprendió mucho que lo hiciera, el no sabe cocinar demasiado bien. Después de desayunar ellos recogieron la mesa, se fueron al sofá a ver la televisión y yo los acompañé. Al instante vi que yo no existía entre los dos, no paraban de besarse apasionadamente con caricias y roces en partes íntimas, yo estaba en ese momento totalmente en mis pensamientos, no entiendo porque no puedo olvidar a ese chico que solo vi dos minutos. Al instante vi que Hector estaba ignorando mi existencia y lo único que quería es volverla llevar a la cama. Yo estaba muy incómoda al ver esa escena, seguía sin entender como a Vanessa podía estar enamorada de mi propio hermano.

Yo me di cuenta que Vanessa no quería más y menos con lo que acababa de pasar, pero él solo insistía y insistía hasta que al final Vanessa volvió a romperse a llorar.

—¡¿No ves que no quiere? Dejala en paz idiota!— dije gritándole.

—Y-y-yo l-lo siento, no quería agobiarte, no me di cuenta lo siento enserio.— dijo con la mayor culpabilidad que sentía, de verdad él no veía que ella no quería y me arrepentí de haberlo gritado. Hector la abrazo y la acurrucó en del sofá.

—Hector, creo que debería de decirte algo.— dijo Vanessa con un temblor en la voz.

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⏰ Última actualización: Mar 08, 2015 ⏰

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